La sequía de Las Tablas provoca una bajada en las reservas

Ana Pobes
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Los responsables de negocios daimieleños ya no confían en las visitas de última hora para salvar un descenso de ocupación que algunos sitúan en «casi la mitad» por la falta de agua

La sequía de Las Tablas provoca una bajada en las reservas - Foto: Rueda Villaverde

El Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel no pasa por uno de sus mejores momentos, con solo un cinco por ciento de su superficie inundada de las 1.750 hectáreas que componen el parque, y eso también lo ha notado el turismo. El agua es el principal atractivo del parque, y a día de hoy brilla por su ausencia. Las lluvias caídas en estos días no han sido suficientes para ocultar esa tierra resquebrajada que ha  provocado un descenso de visitantes y una mala publicidad que podría derivar en el cierre de negocios.  

Sin agua no hay turistas. Y muestra de ello es que la sequía que sufre el parque ha provocado un «importante» descenso en las reservas hoteleras para este puente. Así lo comenta el presidente de La Asociación Turística Tablas de Daimiel, Jesús Pozuelo, quien señala que la situación es tan mala que los empresarios ya ni confían en las reservas de última hora. «La gente que llama es para preguntar cómo están Las Tablas, y cuando se enteran que están secas ya ni se plantean venir», comenta el presidente de la asociación y responsable también de Destinos Manchegos, empresa organizadora de visitas guiadas y otras actividades turísticas.  

 Ana Galiana es la responsable del Hostal Las Brujas y asegura que sus reservas han caído «casi a más de la mitad» con respecto el año pasado por estas mismas fechas y de seguir así, 2019 se cerrará como «uno de los peores de los últimos años». «La gente sabe que están secas, y se nota bastante esa bajada. Incluso teníamos reservas hechas y en los últimos días nos las han anulado. Y todo, por el agua», argumenta Galiana en declaraciones a La Tribuna. De opinión similar es Carlos García, del Hotel Las Tablas, quien señala que la reserva de un grupo grande para mañana viernes, día 6, le ha llevado a colgar el cartel de completo para este día pero no así para los días sucesivos, pues «para el sábado la ocupación roza el 70 por ciento y para el domingo la ocupación es como un día de diario normal».  Este año, continúa explicando, será uno de los peores, pues a partir de la feria, en el mes de septiembre, hasta estas fechas «ha sido un desastre», lamenta.  

El pesimismo ha inundado un sector que aguanta estas malas cifras como puede. Y eso, recuerda el presidente de La Asociación Turística Tablas de Daimiel, Jesús Pozuelo, que el parque nacional ofrece otros muchos atractivos como la avifauna. Por ejemplo, en estas fechas se puede contemplar «más de 5.000 ejemplares de grullas» entrando por la tarde al parque. Sin duda, «una imagen espectacular».

Mientras Las Tablas de Daimiel piden con urgencia un trasvase de 20 hectómetros cúbicos del Acueducto Tajo-Segura para impedir que ocurran episodios como el vivido en 2009 con el incendio de turbas en el subsuelo del parque por la falta de agua. En el parque nacional de Cabañeros la situación es algo mejor a pesar de que también miran al cielo. Pero en esta ocasión para que no llueva, pues eso «daría un empujón a las reservas de última hora» como así lo señala el presidente de Cabañeros Hortur, Mariano Gómez. Las ocupación «no es excelente pero es buena», puntualiza Gómez, propietario también del camping El Mirador de Cabañeros, donde «la ocupación de los bungalows roza el 70 por ciento y entre un 30 y 40 en el camping».  Un puente, continúa explicando, que será «mejor» que el del año pasado, «que estuvo lloviendo».

Además de estos dos parques nacionales (Las Tablas y Cabañeros) la provincia cuenta con un parque natural como son Las Lagunas de Ruidera, donde la empresa Ruidera Activa «aún queda alguna plaza por cubrir». José Luis López es uno de sus responsables y señala que a pesar de que el programa de actividades está «casi lleno» el sector de la hostelería «se queja porque tiene poca gente», por lo que «será el tiempo quien decidirá las últimas reservas». Un parque natural que en la actualidad ofrece una de sus mejores estampas con numerosas cascadas que se suceden entre las diferentes lagunas. «Las lagunas están a rebosar de agua y cada día sube un poco más», lo que conlleva a poder realizar diferentes actividades en un paisaje único, como bicicleta, senderismo o incluso piragüismo. «La gente se lo pasa genial», subraya.