Los retos de Laporta

Ginés Muñoz (EFE)
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La revolución que promete el presidente del Barça está llena de dificultades, comenzando por la continuidad de Messi

Los retos de Laporta - Foto: AFP7 vía Europa Press

Sin un euro en la caja, con una generación de futbolistas que ha agotado su ciclo deportivo y en medio de la crisis económica generada por la pandemia, Joan Laporta afronta su nueva etapa al frente del Barça en la que, según adelantó el pasado martes, se avecina una revolución. Aunque, para ello, tiene que superar cinco retos.

 

Gestionar el cambio de ciclo

Laporta ya ha reconocido que esta temporada definitivamente se acaba un ciclo deportivo en el primer equipo de fútbol, aunque en realidad ese ciclo ya se enterró con el 8-2 de Lisboa de hace un año. Ante el Levante, contra el que el Barça dilapidó todas sus opciones de ganar LaLiga, participaron de hecho siete jugadores que fueron titulares en aquel infausto partido contra el Bayer de Múnich en Champions.
Los largos contratos que en su día firmaron algunos de estos futbolistas y sus elevadísimas fichas hará aún más complicado acometer la necesaria renovación en el vestuario. Y el presidente ya asume que a algunos miembros de la plantilla se les tendrá que dar la carta de libertad y que el club no ingresará ni un solo euro en muchos casos.
Sin músculo económico para competir en el mercado e invertir en fichajes contrastados, la idea es construir un nuevo equipo sobre la base de los Araújo, Mingueza, Dest, De Jong, Pedri, Ilaix, Riqui Puig, Ansu Fati y compañía, y algún futbolista más que pueda subir del filial como Nico, Jandro, Konrad o Collado.

 

Renovar a Messi

Otro de los retos de Laporta, el más difícil (fue su promesa electoral), es convencer a Messi para que lidere el nuevo proyecto. A su favor tiene su buena sintonía con el capitán culé y su entorno, pero también es consciente de que con eso no basta.
El 'crack' argentino necesita que el club vuelva a construir un proyecto ganador y, sin dinero, este no va a poder ser todo lo ambicioso que el mejor futbolista del planeta se merece.
La recuperación del mejor Barça tendrá que venir de la mano de una nueva generación de futbolistas talentosos y sin la posibilidad de invertir en jugadores contrastados como el delantero Erling Haaland por el que Laporta ya preguntó precio y sabe que no puede pagar. Será un proyecto a medio o largo plazo, y el '10', cerca de cumplir 34 años, no puede esperar tanto.

 

Afrontar el posible despido de Koeman

El mensaje de apoyo a Ronald Koeman se ha ido diluyendo con el paso de las semanas y, tras las recientes declaraciones del presidente azulgrana, parece ahora que el técnico holandés está más fuera que dentro.
«Dije que al final de temporada valoraría al equipo, en función del juego y los resultados. Se ha ganado la Copa del Rey, estamos muy orgullosos de este éxito, pero nos han eliminado muy pronto de la Champions y se ha perdido la Liga incomprensiblemente bajo mi punto de vista. A partir de la próxima semana, veréis una serie de decisiones que se han de tomar», reflexionó Laporta en la Fiesta del Deporte Catalán.
Solo la falta de un recambio claro (Xavi sigue sonando con fuerza) y de liquidez para indemnizar a Koeman por la resolución de su contrato, podrían mantenerle una temporada más en el banquillo.

 

Encontrar nuevos recursos económicos

Tras el fiasco de la Superliga, con la que pretendía ingresar 350 millones de inicio solo por ser uno de los clubes fundadores, el Barcelona, con una deuda de 488 millones de euros a 30 de junio de 2020, busca urgentemente recursos económicos para afrontar la nueva era post-covid. El objetivo de Laporta, que negocia con varios fondos de inversión de EEUU, Asia y Europa, es obtener liquidez suficiente para pagar los salarios atrasados, poder renovar a Messi e invertir en refuerzos. Sin ese crédito de unos 500 millones, que está previsto que se cierre en las próximas semanas, asumir un nuevo proyecto ganador parece ahora mismo muy complicado.

 

Reactivar el Espai Barça

El presidente sabe que el futuro económico de la entidad pasa por el Espai Barça, el proyecto de reforma del Camp Nou y la construcción de un nuevo Palau Blaugrana que, en principio, tenía que costar 600 millones de euros, que aumentó hasta los 825 en la última actualización y que, finalmente, podría superar los 1.000 millones de presupuesto.
El presidente del club catalán se reunió, hace pocos días, con la alcaldesa de Barcelona, Adau Colau, para tratar algunas modificaciones del proyecto, pedir la aceleración en la concesión de permisos y valorar la posibilidad de que el equipo pueda trasladarse durante las obras al Estadio Olímpico Lluís Companys y al Palau Sant Jordi, en el caso del baloncesto. Otro dolor de cabeza capital para la supervivencia de la entidad con el que Laporta deberá lidiar en este mandato y que le obligará a refinanciar la deuda y a buscar nuevos inversores.