Es un rostro más que habitual en los estrenos teatrales de la capital de España, donde la actriz albacetense Verónica Perona reside desde que emprendiese su trayectoria artística en la Escuela de Cristina Rota.

¿Cuándo tuvo claro que se dedicaría a la interpretación?

Desde pequeña lo tenía claro y cuando posteriormente estudiaba Humanidades en Albacete ya sabía que quería irme a Madrid a estudiar interpretación, pero antes tenía que tener ese tipo de formación para que mis padres se quedaran un poco más contentos y tranquilos (risas). De todas formas mientras estuve allí compagine los estudios con trabajos en las televisiones locales, desde informativos a magacines y un programa infantil.

Ya instalada en Madrid, me matriculé en la Escuela de Cristina Rota, donde se han formado actores de la talla de Penélope Cruz, por ejemplo, y cuando terminé la propia Cristina me llamó en 2011 para participar en una obra de teatro, Las criadas, de Jean Genet, que dirigía Darío Facal y en la que también estaba Ana Morgade, fue una experiencia inolvidable.

Desde hace unos años no cesa de formar parte de la cartelera teatral madrileña...

Sí, estoy supercontenta, además con directores y compañeros maravillosos. Estuve haciendo con Manuela Vellés y  Daniel Grau  Punk & Love, también dirigida por Darío Facal, y tuve la suerte de trabajar con Fran Perea -que además de actor es director- en una comedia muy divertida junto a Marta Torné y Canco Rodríguez. Lo que estaba haciendo ahora es la obra dirigida por Gerardo Olivares  Tres chicas y un problema, junto a Andrea Duro y Dafne Fernández, donde incluyo algún bonito guiño a Albacete, que estaba teniendo muchísimo éxito y tuvo que suspenderse por el panorama creado por la  pandemia, ya que para cualquier productor es muy difícil hacerse cargo de un proyecto pudiendo llenar sólo un tercio del aforo de la sala. Sinceramente lo que más ganas tengo ahora es volver a hacer teatro, retomar la experiencia con mis compañeras en Las Noches de la Suite, porque es un espacio maravilloso y ójala que vuelva con más fuerza todavía.

Tres chicas y un problema, Cuando menos te lo esperas o El día de mi boda son algunas de las obras en las que ha intervenido, ¿le gusta especialmente el género de la comedia romántica?

Pues la verdad es que me lo paso muy bien haciendo comedia y muchas cosas que una ha vivido desde pequeña las vuelco en los diferentes personajes que vas haciendo, yo disfruto mucho en este género, siempre puedes hacer las fechorías que en la vida real no puedes, aquí sí te lo puedes permitir. 

Los efectos de la crisis sanitaria se han cebado con el sector del espectáculo, ¿deberían en su opinión adoptarse nuevas medidas urgentes para garantizar la continuidad de profesionales y compañías?

Creo que sí, no podemos dejar que este y otros sectores mueran, porque, ahora que todos estuvimos encerrados en casa, que levante la mano quien no ha consumido en ese tiempo series, películas o música. Debemos pensar que no sólo los actores o los músicos nos estamos quedando sin trabajo, no podemos olvidarnos de todas las personas que se encargan de los aspectos técnicos, de vestuario y otras muchas facetas que hay detrás de cualquier montaje. Además, creo que las normas son contradictorias, por ejemplo yo tomé un avión a Suiza cuando nos dejaron por fin salir de Madrid  y el aparato iba lleno, tanto para la ida como para la vuelva, y me pregunto por qué podemos llenar aviones, trenes, o autobuses y no se pueden llenar los teatros. Sin duda, deberían tomarse medidas urgentes de apoyo al sector del espectáculo, además está demostrado que la cultura no está siendo  foco de contagio, porque en el mundo del espectáculo se adoptan todas las medidas de seguridad establecidas.

Volviendo a su carrera artística, tras su papel en la película Otro verano, dirigida por Jorge Arenillas, que protagonizaba junto a Pablo Chiapellla, cinta que tuvo numerosas nominaciones a los Goya, no se ha prodigado mucho en el mundo del cine, ¿cuál es la razón?

Con todos los trabajos disfruto mucho, creo que es una cuestión de empaparse de lo que puede darte tu compañero de reparto y el resto del equipo, en este caso fue una experiencia y un rodaje estupendos, donde me trasladé a un registro dramático. Personalmente, estoy deseando trabajar tanto en cine, teatro o televisión, he estado haciendo bastantes cosas también fuera de España, por ejemplo en México, donde tenía una serie que iba a comenzar a rodar el pasado mes de abril y tuvo que pararse y también tengo ahora una película y una serie pendientes -ahora con el Covid están en stand by-, para sendas plataformas. 

¿Y su experiencia en el mercado televisivo americano?

El último proyecto para televisión  que llevé a cabo fue en México, Rubí, remake de la serie del mismo nombre, que se hizo con un gran presupuesto y todo muy trabajado, con un director espléndido Carlos Cock, donde tuve la suerte de trabajar junto a Camila Sodi, una actriz muy popular en ese país, y Rubén Sanz. Me siento afortunada porque me ha venido bien para darme a conocer en ese mercado, actualmente se está proyectando con muchísimo éxito, incluso en EEUU ha llegado a ser uno de los programas más vistos. 

¿La veremos de nuevo en próximas ediciones del Festival Internacional de Cine de Albacete?

Ya sabes que he estado varias veces en Abycine con distintos proyectos y creo que es un festival de mucho nivel, con una oferta maravillosa, siempre que he ido he visto pelis maravillosas y disfrute a tope, además me encanta la experiencia en los festivales, porque te permite tener un contacto directo con el público, así que, por supuesto, estaré encantada de regresar en el futuro.