El anhelo de Feria se respira en el ambiente

V.M.
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El fin de semana arrancó con una mayor afluencia de visitantes por el Paseo y en los alrededores del Recinto

Vista de la Cuerda de la Feria, ayer al mediodía. - Foto: Arturo Pérez

La no Feria lo fue mucho menos en el inicio de un segundo fin de semana de septiembre que congregó a miles de personas en el Paseo y aledaños del Recinto Ferial, muchas de ellas venidas de distintos pueblos de la provincia, que disfrutaron de una espléndida jornada veraniega y donde el ambiente festivo inundaba buena parte de los rincones de esa emblemática zona de la ciudad.

Desde familias enteras, con niños y niñas embobados con las atracciones y haciendo cola para subir a ellas, hasta grupos de jóvenes, algunos integrantes de varias peñas, corrillos de amigos y parejas que disfrutaban de una caña en las terrazas, todo allí recordaba a la celebración más importante que vive la capital albacetense, reforzando ese anhelo de Feria que flotaba en el ambiente.

En la Tómbola Don Capricho no dejaban de repartirse papeletas y su responsable, Soraya Elena, advertía que «con el panorama que tenemos no es para quejarse, hoy sí estamos notando más trasiego de gente».

El responsable de La Taberna Baturra, Roberto Fernández, también coincidía en esa mayor opinión, «desde luego algo más de gente se ve que días atrás, aunque estaremos en torno al 35% de facturación respecto al año anterior al Covid».

Justo enfrente muchos padres y abuelos aguardaban con los más pequeños de la casa para que éstos disfrutasen de una de las atracciones más simbólicas, los Caballitos de La Setabense, otro síntoma de que la ansiada normalidad  está más próxima. Su responsable, Pedro Tortosa, nacido en el Paseo de la Feria hace 61 años, confiaba en que después de los últimos días de colegio «este fin de semana aumente bastante más la presencia de los niños». 

En la Feria de Artesanía también era evidente un mayor ajetreo, tal y como nos lo confirmaba Isabel Davia, que atendía a varias clientas interesadas en su amplia gama de cosmética natural.  Fue al cruzar hacia el Recinto Ferial donde la realidad nos golpeó, al divisar unos Ejidos desiertos por donde pasaba en esos momentos Basi Ruiz, que confesaba vivir todo «de forma rara, la verdad es que da pena, aunque todo lo que no está aquí está en la Zona». 

Al cruzar una de las puertas de acceso al Recinto recordamos con nostalgia esos Redondeles a rebosar de gente en las casetas y terrazas, el goteo incesante de personas por el Templete o en busca de los deliciosos miguelitos… sin duda el año próximo sabrán mucho mejor. 

Tras recorrer espacios reservados a distintas asociaciones, en la puerta principal de acceso a los Redondeles contemplamos a varios files orando ante la imagen de la Virgen de los Llanos, situada en un trono exterior. Allí encontramos  a Paquita Soriano una cordobesa que vive ya medio siglo en Albacete: «El primer saludo al venir al Recinto es para ella, mi primera entrada en la Feria siempre es para visitar a la Virgen», confiesa.

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