El Numancia no quiso jugar y el Alba se contagió. El conjunto manchego apenas generó ocasiones, no encontró la forma de llegar con peligro al área rival y acabó sumido en una impotencia que se transformó en decepción entre sus aficionados. Una ocasión de Tejero en la recta final, que sacó Juan Carlos con el pie, fue la única acción de verdadero peligro en la portería contraria.
El Numancia consiguió a lo que vino, un empate que supo a poco a un Albacete que sigue sin perder en el Belmonte y metido en la zona de playoff.