La Unidad de Conductas Adictivas (UCA) atendió durante el año 2020 a 153 personas (125 hombres y 28 mujeres) debido al abuso del cannabis. Lo más preocupante es que un tercio de las mismas tenían menos de 24 años.
En concreto se atendió a 52 pacientes de menos de 23 años (38 varones y 14 mujeres) y es que según explica la coordinadora de la UCA, Isabel del Amo, «la mayor parte de los jóvenes que demandan tratamiento en la UCA es por abuso de cannabis, a diferencia de la edad media de admisión a tratamiento por alcohol que ronda los 42 años».
De los 52 pacientes menores de 24 años, hay que señalar que ocho de ellos tienen 17 años, ocho 19 años, nueve tienen 19 años, ocho tienen 20, nueve 21 años, cinco 22 y otros cinco tienen 23 años.
Es importante mencionar que la Unidad de Conductas Adictivas es un recurso asistencial ambulatorio creado para el tratamiento específico de personas adultas con problemas de adicción. Al no existir una UCA infanto-juvenil, es el dispositivo de la Usmij (Unidad de Salud Mental Infanto Juvenil) el que, tras valoración, deriva a los pacientes que no tienen la mayoría de edad sanitaria.
En los jóvenes el consumo frecuente de cannabis no sólo dificulta mantener una conversación coherente y prestar atención, como explica la coordinadora de la UCA. «También presentan falta de memoria, pérdida de interés, restricción de planes y actividades de ocio. Afecta al comportamiento; es evidente el inicio y precipitación de actividades delictivas relacionadas con el consumo, el fracaso escolar y la aparición de psicosis cannábicas».
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