Los clubes y competiciones no profesionales están sufriendo especialmente el impacto de la crisis del coronavirus. Uno de ellos es el Albacete Fútbol Sala (el equipo representativo de la ciudad junto al UDAF), que mantiene el doble frente de la competición de sus equipos sénior y juvenil y del trabajo en las escuelas deportivas. Juan Conde, coordinador deportivo de la entidad, explicó a este diario la grave distorsión que ha creado la parálisis, en primer término en su primer equipo que compite en la Tercera División nacional. Después de acabar segundo en su grupo de la liga regular, afrontaba la segunda fase, con dos derrotas y otras tantas victorias en las cuatro primeras jornadas de un total de 14. «Este año estábamos muy ilusionados porque la masa de público que acudía al pabellón era la más numerosa de los últimos años, tenemos mejor base a la que le gusta el fútbol sala», indicó Conde, que se mostró escéptico sobre la posibilidad de reanudar la liga. «Si el fútbol profesional no se pone en marcha, mucho menos el nuestro al ser aficionado. La RFEF está tanteando, a través de las Territoriales, la opción de acabar la temporada con otro formato de aquí a julio, pero no la veo muy viable por un montón de problemas como los desplazamientos, la distancia social, etc. No sabemos cómo va a quedar, pero esperamos acontecimientos y quizá se acabe finiquitando la competición», dijo. (MÁS INFORMACIÓN EN LA EDICIÓN IMPRESA)