Aunque el Viernes de Dolores se conmemoran los siete dolores sufridos por la Virgen, desde que Simeón le anunció que una espada de dolor atravesaría su alma, por los sufrimientos que padecería su hijo, lo cierto es que lo vivido ayer en la parroquia Nuestra Señora de Fátima fue una jornada de celebración, puesto que fue el día en el que se le impuso la nueva corona a la Virgen María Santísima del Mayor Dolor. 

Tras el Triduo desarrollado en los días precedentes, ayer era mucha la emoción que se veía entre los asistentes a la Eucaristía que se desarrolló en la parroquia, a partir de las 19,30 horas, especialmente entre los miembros de la Cofradía Nuestra Señora del Mayor Dolor, que fueron los que hicieron posible la imposición de la corona.

 Y es que aunque todos los feligreses de Fátima recuerdan ver a la Virgen con corona, lo cierto es que la misma nunca ha pertenecido a la imagen, ni a la cofradía, como explicaba a La Tribuna de Albacete su presidente, Guillermo Ortega. «A la Cofradía Nuestra Señora del Mayor Dolor siempre le dejaba las coronas Paco Campos, que fue presidente de la Cofradía. Al desaparecer él, decidimos, desde la Junta Directiva, invertir en una corona, que es realmente la primera corona propiedad de la cofradía y de la imagen titular».

De esta forma, gracias a las cuotas de los cofrades, se reunió el dinero suficiente para encargar una corona a la altura de la Virgen del Mayor Dolor. 

El encargado de realizar la corona fue el orfebre gaditano, afincado en Sevilla, José Ismael Moya Bos, como explicaba Ortega. «Trabaja muy bien la orfebrería y tiene fama en Sevilla y le encargamos la corona el año pasado, para hacerle la imposición este año».

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