La secretaria provincial de CCOO, Carmen Juste, anunciaba la celebración de un plenario de acción sindical en el sindicato donde se abordará la forma de reactivar el proceso de negociación colectiva estancado en buena medida por la pandemia.
Juste, acompañada por Carolina Vidal, secretaria regional de Acción Sindical y Formación del sindicato, y por Francisco Gómez Tornero, secretario provincial de Acción Sindical y Políticas Sectoriales, aseguró que «la subida del IPCy las previsiones de crecimiento económico hacen que consideremos que la negociación colectiva tiene que ser ese instrumento fundamental para subir los salarios, proteger el empleo y las condiciones laborales».
Cifró en más de 60.000 el número de trabajadores afectados por los convenios colectivos pendientes de negociar, unos denunciados desde el año pasado y otros que hay que abordar a lo largo de 2021, al tiempo que valoró la importancia de la movilización a la hora de haber logrado cerrar otros, como el de limpieza y asistencia a domicilio.
La responsable de CCOO considera que ese proceso negociador debe incidir no sólo en el mantenimiento del empleo y la subida salarial, sino en incluir esos cambios sociales y laborales que se están produciendo, como el trabajo a distancia, la digitalización o la igualdad.
Instó a la patronal a abordar ese proceso de forma equilibrada, considerando que Albacete ha sido en ese sentido un ejemplo de paz social, «para que la crisis del Covid no recaiga de forma unilateral sobre los trabajadores y trabajadoras de la provincia».
Concretamente los convenios pendientes en la provincia pendientes de cerrar desde el pasado año son cuchillería, panadería, vinícola y campo, a los que se suman para este 2021 metal, talleres, oficinas y despacho, comercio y hostelería, transporte de viajeros y mercancías y madera y derivados del cemento.
Por su parte, Francisco Gómez criticaba la recetas de austeridad puestas en marcha tras la crisis financiera e incidió en «el sufrimiento de millones de personas, la pérdida del empleo y la importante desafección política que propició la aparición de posiciones de extrema derecha». Aseguró que no se puede construir un futuro basándose en recortes salariales y abogó por conseguir empleos de calidad, «aquí es donde la negociación colectiva debe jugar un papel fundamental».
Finalmente, Gómez advertía que «una negociación colectiva con congelación salarial significa automáticamente pérdida de poder adquisitivo y una situación de recesión económica en materia de consumo que terminará afectando a toda la sociedad».
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