«La esencia del periodismo se rompe»

A.D.
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Las Jornadas de Periodismo continuaron ayer con la intervención de Rosa María Calaf, que habló en el salón de actos de Diputación sobre El reto de informar y estar informado en el siglo XXI.

Rosa María Calaf. - Foto: José Miguel Esparcia

¿Informar es hoy todo un reto?

Estamos en un momento de gran confusión, sobre todo inmersos en una crisis que no sólo es económica, también de valores y, por tanto el periodismo también la sufre. Cada vez es más inquietante la construcción de opinión pública en este entorno mediático que claramente propicia las noticias falsas, ese ruido que distrae y los silencios que engañan. 

La tecnología, que puede ser una magnífica herramienta de conocimiento y rigor, se está convirtiendo en una herramienta de desinformación y difusión de falsedades.  

Complicado para el ciudadano... 

Si para el  periodista es cada vez más complicado moverse en esa avalancha y con tantas presiones y contaminaciones informativas, pues al informado también le resulta muy complicado desentrañar lo que tóxico de lo que no lo es. Al final, la sociedad democrática en vez de basar sus decisiones en un régimen  de opinión pública fundamentada, independiente, se encuentra ante una sociedad que se basa en un régimen de emociones y en base a eso se toman las decisiones.  

¿El camino sería volver a la fuente periodística?

Realmente, lo importante es que el periodismo no pierda su objetivo, proporcionar al ciudadano los elementos de conocimiento necesarios, rigurosos, independientes, plurales, sobre los que construir una opinión. Si se desvía,  no está cumpliendo su función, porque el objetivo de la información es contar todo aquello que no se quiere que se cuente, es hacer visible lo invisible, a lo que el ciudadano tiene derecho.

Si los medios se convierten en caja de resonancia política o económica, está claro que esa necesidad de rigor e independencia se rompe; la esencia del periodismo, se rompe. 

Usted creó TV3, ¿cómo ve la situación de la cadena?

Realmente me apena muchísimo ver una televisión como TV3, que nació con una vocación de inclusión, de servicio a la comunidad, para hacer un periodismo riguroso, que no fuera televisión de parte, lamentablemente se ha convertido en una televisión tremendamente partidista.