Julio Flores González es una institución en la plaza de toros de Albacete, donde lleva dos décadas como alguacilillo y aunque este año la salud le ha obligado a ver las corridas desde la barrera, tiene el orgullo de que su sustituto sea su hijo.

¿Qué es un alguacilillo?

El alguacilillo es la persona que antiguamente salía y hacía el recorrido y garantizaba que la plaza se quedara totalmente limpia por seguridad, porque antes la mayoría de las plazas estaban hechas con carros y tablas y avisaban al presidente de que todo estaba listo. Su función era la de garantizar la seguridad, ahora la cosa ha cambiado un poco y ahora estamos también en el callejón y tenemos que estar pendientes de muchas cosas y si vemos algo que no cumple el reglamento ya podemos llamar la atención, aunque en la plaza está el presidente y en el callejón el delegado gubernativo, nosotros somos los que nos vamos moviendo para que se hagan las cosas.

¿Hacéis cumplir el reglamento?

Sí, si nosotros vemos que algo no se cumple, llamamos la atención. En plazas como Madrid si hay que cambiar el tercio porque el toro está picado el presidente es el que lo cambia pero lo hace a través de los alguacilillos.

¿Qué le llevó a ser alguacilillo?

Fue hace 20 años, que estaba Ángel Gómez (actual gerente de la plaza) y me comentó si podía salir de alguacil y así empecé. Yo he ido metiendo gente cuando ha sido necesario, entre ellos a mi hijo, que después de lo que me ha ocurrido es él quien está y está haciendo una buena labor, porque es taurino y sabe aplicar la reglamentación.

Claro porque tras 20 años como alguacil en esta no Feria le ha tocado ver los toros desde la barrera.

Me operaron de la cabeza por un tumor cerebral, tomo mucha medicación y no estoy en condiciones de salir y que de pronto me ocurra algo. Mi hijo tiene ahora la voz cantante y tiene los conocimientos taurinos y reglamentarios y lo hace fenomenal.

¿Le ha hecho ilusión ver a su hijo como alguacilillo?

Muchísima. Yo aquí le he dado orejas al rejoneador Leonardo Hernández y mi hijo se las ha dado a su hijo, son cosas muy bonitas, porque a mi hijo también le gusta.

Aunque tiene otra profesión, su vida siempre ha estado ligada al mundo del toro.

Yo vivía al lado de la Fiesta del Árbol y yo con todos los novilleros los he estado viendo allí entrenar y yo hice una amistad grande con ellos y los he ido siguiendo y de hecho hay chavales que les he dado las orejas de novillero, de novillero con caballos y de matador de toros y eso es difícil. Por ejemplo, a Sergio Serrano le he dado en todas las categorías y el otro día hablaba con su padre y le decía hoy va a ser la tarde de tu hijo y así fue, coincidencia, pero estuvo muy bien.

¿Ejerce como alguacil en otras plazas o sólo en la de Albacete?

Yo soy de Albacete, pero hace unos años me fui a Villamalea y he estado en Villamalea, El Herrumblar y en muchísimos pueblos, porque me lo proponen y lo hago bien. En muchos pueblos no se es tan estricto con el reglamento, pero en Albacete está todo como puede estar en Madrid o Sevilla y estamos por encima de Valencia y de otros muchos sitios.

Tras dos décadas como alguacilillo, ¿ha notado si se ha producido un cambio en la Fiesta y en la afición?

Ha cambiado un poquito y este año se está notando mucho más, porque hay muchísimos aficionados abonados que no han sacado el abono para todos los días y también he visto que hay gente que en el segundo muletazo ya empiezan a decir olé, hay más exaltación y mucho apoyo. Estoy viendo mucha gente joven y chavales de 10, 11, 12 años y creo que es muy positivo porque se vuelven aficionados. Veo que las nuevas generaciones se están interesando por los toros. Eso hace que a veces haya gente que ha visto cuatro corridas de toros en toda su vida y a lo mejor no tienen los conocimientos y no exigen lo que tienen que exigir, pero irán aprendiendo y va a ser algo positivo.

Es un gran aficionado a la tauromaquia, ¿alguna vez se planteó ser torero?

No, no. Yo era vecino de El Lagarto, conocía a Faura, tengo recuerdos de todos ellos, pero nunca he pensado ser torero, me he puesto dos o tres veces delante de un toro en una capea o en un tentadero, donde he dado dos muletazos, pero ser torero es muy complejo, aunque pueda parecer fácil.

¿Los caballos de los alguaciles a quién pertenecen?

Normalmente los caballos pertenecen a las personas que los montan. Yo cuando debute aquí vine con una yegua que crié y domé yo y salí con ella los primeros siete años, hasta que murió. Ahora estoy sacando dos caballos y este año mi hijo sale con una yegua negra que está bastante domada. Yo he vivido del mundo del caballo, soy herrador, ponía las herraduras y luego tenía un picadero, pero cuando sales a la plaza el caballo no se tiene que mover aunque pases del silencio a las palmas y se oiga el himno de España. En las novilladas te vuelves por el centro por las cuadrillas, en las corridas de toros uno se tiene que ir por las tablas hasta la puerta de cuadrillas, si el caballo no está bien domado puede haber problemas. 

Entre los aficionados a la tauromaquia hay muchos que no son aficionados a los rejones.

A mi me gusta el rejoneo porque es muy complejo, porque cuando vas en un caballo y tu vas a poner las banderillas o el rejón, el caballo se puede mover cuando las vas a poner, porque ve que el toro se arrima mucho, por eso la colocación es más difícil y matar con un rejón desde encima del caballo es muy difícil.

¿Cuál sería el triunfador de esta no Feria?

Sergio Serrano estuvo sensacional, el vitorino empezó con la embestida corta y él la alargó, empezó con la rapidez y él lo ralentizó. Sergio no sólo ha estado bien esta Feria, está haciéndolo bien casi todas las tardes, ya no es casualidad, hay que conocerse a uno mismo y como te tienes que emplear con el toro, porque todos no son iguales. Hay que saber desarrollar al toro para hacerlo bueno y así está Sergio. Se han visto buenas cosas en esta Feria, pero Sergio ha sido el mejor.

¿Sergio Serrano puede ser la nueva figura del toreo albacetense?

Puede ser, aunque Rubén Pinar también está en su sitio y se está enfrentando a muchas ganaderías complicadas, pero vi a Sergio Serrano en Madrid y si el año próximo empieza en Fallas en marzo, puede llegar a la Feria del año que viene con 30 corridas, con un buen apoderado. Siempre lo ha hecho bien, cada tarde arriesga al máximo, no es casualidad que esté ahí.

Si la salud se lo permite, ¿volverá a vestir el traje de alguacilillo?

Sí y quizá algún día como el Cotolengo o Asprona haré el paseillo con mi hijo y luego el movimiento en el callejón que lo haga él.