Ayer las espadas no anduvieron finas durante toda la tarde en la plaza de toros de Tobarra, en una corrida con pocos argumentos, si nos referimos al ganado, y con mucha voluntad por parte de los tres espadas albacetenses que compusieron el cartel. La plaza registró un “lleno” absoluto, ya que se puso el cartel de “no hay billetes”, tras vender las 500 entradas autorizadas para que se pudiese cumplir la normativa anti-covid. La corrida, que se anunciaba del hierro de Las Monjas, se sustituyó, sin que conozcamos las causas, por una de Hermanos Garzón, justita de presentación, “bonitos” para el torero, flojos, aunque nobles, destacando el colorado sexto, que tuvo más pujanza.

Miguel Tendero anduvo ayer a un excelente nivel, técnico y con gusto, con dos toros a los que no pudo obligar para que no claudicaran, toreando a cámara lenta, con mucho pulso y suavidad, demostrando que está para ganado mucho más pujante, aunque esto le sirvió para gustarse y gustar, con dos trasteos llenos de conocimiento de los terrenos, distancias y altura, manteniendo a los toros en pie y haciéndoles seguir la muleta con fijeza. Con el capote estuvo muy variado en sus dos toros, aunque con el primero necesitó tres pinchazos y media estocada, y con el cuarto, un pinchazo y una estocada de rápido efecto, cortando las dos orejas de este último.

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