Cuentos chinos (con perdón)
La última en sentirlo en sus bronces ha sido la Sirenita de Copenhague. Tras los derribos y pintadas de varias estatuas de Cristóbal Colón en las protestas por la muerte del afroestadounidense George Floyd, asfixiado por un policía blanco en Mineápolis, el símbolo turístico más reconocible de la capital danesa apareció hace unos días con la leyenda racist fish. Aunque es difícil encontrar en el personaje de Hans Christian Andersen algún contenido racista, no es la primera vez que alguien desata sus iras contra el pez que un día quiso ser humano para dar rienda suelta a su amor. Le han decapitado tres veces, arrancado un brazo e incluso fue volado con explosivos de su pedestal de granito. El incidente me hace pensar en la mayoría de los cuentos que nos leían de pequeños antes de dormir, plagados de estereotipos y moralejas que no pasarían hoy ni de lejos el corte. Recuerden a Caperucita Roja, esa incauta niña que ve como el lobo se come a su abuelita y pide auxilio al leñador para que la rescate. El relato hace tiempo que fue vetado en un colegio de Barcelona tachado de sexista por representar la figura de una mujer que necesita a un hombre para salvarla. ¿Y qué me dicen de la Bella Durmiente? Alta, rubia, ojos azules y durmiendo 100 años a la espera de un príncipe que la despierte... La verdad es que yo soy más de Shrek y de convertir en rana a princesas afroamericanas, de Blancanieves que batallan con espadas y resuelven misterios o Rapunzeles que se rebelan contra madres-brujas, pero lejos de desterrar a los clásicos, me lío la manta a la cabeza y les invento otros mundos. Mirar hechos históricos, relatos y leyendas con los ojos de hoy nos ayuda a ver lo mucho que hemos avanzado. El triunfo en la contienda pasa por no repetir errores del pasado, no por atacar estatuas y lapidar fábulas de otros tiempos.
Veo todo...en rojo y blanco
«Para entender lo que pasa, hay que haber llorado dentro del Calderón, que es mi casa». Que no lo digo yo. Lo canta Sabina hoy más que nunca después de que los aficionados del Atlético de Madrid hayan dado el adiós definitivo esta semana a su estadio más carismático, del que solo quedan ya escombros de historia. Su relato, chutado tarde a tarde durante más de un siglo. Adelardo, Futre, Aragonés, Gárate, Arteche, Falcao, Forlán, Pantic, Kiko, Torres, Gabi o Koke son solo algunos nombres de un partido jugado por valientes, pero en el que los protagonistas son otros, los habitantes del templo del fútbol que incansables animan al equipo aunque la gesta sea imposible. Con la misma pasión lo han paseado en carroza por las calles de Madrid (cómo olvidar a Jesús Gil a bordo) que lo han acompañado en su descenso a los infiernos desde un estadio convertido ya en leyenda. Ahora, con vientos favorables, caminan firmes en el Wanda Metropolitano, pero nunca dejarán de ser aquellos pupas que aguantan, crecen, sienten, sueñan, aprenden, sufren, palman, vencen y viven como solo ellos saben hacerlo.
De Dubái a Marte sin pasar por el espacio
Si tienen pensado visitar Dubái, pueden matar dos pájaros de un tiro y pasar unos días en el espacio. Sí, sí, como lo leen. El emirato árabe se ha lanzado a su propia conquista del Planeta Rojo y pretende conseguirlo antes que la NASA. Consciente de la dificultad de impulsar una misión tripulada a Marte, el país ultima la construcción de la primera ciudad marciana en el mundo, un complejo denominado Mars Science City, que ocupará 176.626 metros cuadrados. Para que se hagan una idea, unos 30 campos de fútbol. Sus habitantes vivirán en las mismas condiciones que en el espacio, en unas instalaciones aisladas bajo tierra en forma de domos o cúpulas cubiertas diseñadas con impresoras 3D. La madera de los árboles y los ladrillos están prohibidos y se sustituirán por la arena del desierto dubaití, que además servirá para recrear el polvo oxidado de Marte. No serán los primeros moradores del planeta, les aviso. Su puesta en marcha inicial está destinada a 20 astronautas que durante un año tendrán que subsistir con técnicas agrícolas, de transporte y obtención de agua y energía especiales. Superar la prueba tiene premio: el lanzamiento, esta vez real, hacia el ansiado Planeta Rojo.
Más Paco Martínez Soria que Brad Pitt
Esbelto, ligero, con largas piernas y atlético torso. Así habíamos proyectado hasta ahora la imagen del Homo erectus, el primer ancestro humano que se extendió por el Viejo Mundo, desde África hasta el sureste asiático. Sin embargo, la reconstrucción en 3D de la forma de su caja torácica ha demostrado que la especie era más bien compacta, achaparrada y robusta, algo así como Paco Martínez Soria en La ciudad no es para mí me lo imagino yo. El hallazgo de un esqueleto de hace 1,5 millones de años, el más antiguo encontrado hasta la fecha, dibuja el nuevo retrato de este ya extinto homínido niño de Turkana, que lo sitúa como un primo mucho más lejano de lo que hasta ahora creíamos, pero al que seguro invitamos a las bodas porque es el que más anima.
Los felices nuevos 30
La diva de las pasarelas y eterna musa para los diseñadores Naomi Campbell se reivindica a los 50 años. Cuando para muchos llegar al medio de siglo de vida es motivo de depre, ella hace un guiño a las arrugas y sorprende con unas imágenes donde aparece desnuda en el metro de Nueva York. Las fotografías pertenecen a una campaña de Maison Valentino de 2019. La top model posa sin ropa llevando únicamente varios de los bolsos de la firma. Consagrada como una de las maniquís más importantes del mundo, la Diosa de Ébano no tiene intención de retirarse y demuestra que la edad puede ser solo una cifra.