«Hemos vuelto a las trincheras previas a la transición»

A.D.
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El escritor y periodista Javier López presentará hoy en Seguros AMI de Albacete, calle Arcángel San Gabriel, 3, su último libro El año que Eva María se fue. Elogio de la transición.

El escritor y periodista Javier López.

El escritor y periodista Javier López presentará hoy en Seguros AMI de Albacete, calle Arcángel San Gabriel, 3,  su último libro El año que Eva María se fue. Elogio de la transición. El autor comentó a La Tribuna de Albacete las singularidades de la obra, su quinto libro publicado. 

Una nueva obra...

Así es, yo soy, fundamentalmente periodista, pero bueno mis libros creo que están bien construidos. Tengo una novela, pero el resto son ensayos o libros de artículos.

Un título, El año que Eva María se fue, que igualmente evoca una época.

Sí, El año que Eva María se fue es un elogio de la transición. Yo era un niño en los años 70, pero la transición es una época irrepetible, que tuvo  unos héroes, nuestros padres,  los españoles nacidos en los años 30 y 40 del pasado siglo, que hicieron que tuviéramos una infancia estupenda, en mi opinión, por una serie de factores, entre ellos la llegada de la libertad. El régimen acabó, llegaron las libertades a un mundo joven, el de nuestros padres. Se olvidó el rencor, las rencillas y se dota de mucho poder al perdón,  La transición se convirtió en un modelo, así que la obra elogia y rinde tributo a la generación de nuestros padres y, de paso,  hace una reflexión sobre la importancia de la transición en el devenir histórico de España. La transición es la mejor época del siglo XX, desde luego que sí.  

¿Cómo elogia en la obra la transición?

Bueno, como ahora está tan denostada, lo que hago, a través de una serie de artículos, es hacer hincapié en distintos personajes de la transición, los analizo, para ensalzar esa época y contraponerla con la actual, en mi opinión, bastante más negativa. 

Un título que viene de la canción de aquella época. 

Claro, los niños de la época, y los que no eran tan niños, la recuerdan, incluso se puede escuchar todavía. Es una canción de Formula V que tiene un valor icónico muy grande, refleja una época, inocente en cierto modo, de alegría, de libertad recién recuperada y muchas ilusiones. El libro no es nostálgico, todo lo contrario, reivindica una época. 

¿Cuál es el rasgo más relevante de la transición?

Los años de la transición irían hasta que ganó Felipe González las elecciones. Creo que lo mejor de la transición fue el perdón, por primera vez el perdón entró a formar parte de la doctrina política española y a través de la política, de la sociedad. La transición tuvo actores políticos muy inteligentes, Suárez y Felipe González son los mayores exponentes de la política de la transición y quizá los mejores políticos que ha tenido España en mucho tiempo. Cada uno desde una ideología convirtieron España en un país  europeo, que se desarrolla velozmente y lo españoles tuvimos conciencia, por primera vez, de ser europeos y modernos y eso se le debe a ellos, aunque no solamente, porque estaban rodeados de políticos que eran también muy inteligentes, a diferencia de hoy que hemos vuelto a las trincheras previas a la transición  y, desde luego, nuestros políticos actuales son intelectualmente inferiores a los que alumbraron la transición. 

¿Algún aspecto negativo?

Ahora se habla mucho de que la Constitución estaba llena de bombas retardadas y es posible, pero esa gente confiaba en que los españoles habían comprendido la importancia de caminar juntos, cada uno con sus ideas, pero aunando esfuerzos para prosperar. La Constitución no era perfecta, sirvió para contentar a vascos y catalanes, pero no evitaba los peligros, pero eso no se sabía entonces. Yo no le pondría pegas, porque la inocencia no es algo malo.  Alguna pega tendrá la transición, pero yo no la he visto y la he estudiado a fondo. 

¿Alguna lección de ese período histórico?

Sí, la política no se puede librar en trincheras, lo importante debe ser el bien común. Todos los políticos, ahora y antes, quieren el bien común, pero yo les pediría a los de ahora que miraran atrás  para ver cómo desde ideologías diferentes se puede llegar a acuerdos de verdad, importantes, fijémonos en los Pactos de la Moncloa; acuerdos que hicieron que España prosperara y eso sería muy necesario ahora. Mirar atrás para ver lo bueno que es tender puentes en vez de dinamitarlos.  También aquella sociedad era distinta, ilusionada, combativa. La inteligencia de una sociedad no se sustenta solo en el número de titulados, porque hoy, una parte de esa sociedad pasa absolutamente de todo y otra vive en trincheras.