La cita es el sábado, a las 18 y 21 horas, en el Teatro Circo, con El sentido del Humor: Dos tontos y yo, con Florentino Fernández, José Mota y Santiago Segura en escena.

Santiago Segura comentó a La Tribuna de Albacete algunos aspectos de este singular espectáculo, así como de sus proyectos.  

Por fin llegan a Albacete, al Teatro Circo, ¿cómo han sentido a su público, en este reencuentro después de tanto tiempo de restricciones?

El público de nosotros, no sé, pero nosotros de público estábamos necesitados, nos gusta el público, incluso con mascarilla. Sólo les pedimos que dejen el cerebro en casa que ya las penas se las quitamos nosotros a risazos. 

¿La gente tiene ahora más ganas de reír?, ¿notan esa cercanía del público en sus actuaciones?

La gente no es que tenga más ganas, es que hemos pasado una situación, que además no ha acabado del todo, realmente angustiante y traumática, con lo cual, a mi modo de ver, la risa se ha convertido en algo verdaderamente necesario. 

Por qué tres personalidades únicas juntas, cuando cada uno de ustedes podría, tranquilamente, llenar el teatro, ¿por amistad?

Yo lo prefiero, somos amigos, nos gusta estar juntos, compartimos todo, además si fracasa el espectáculo, siempre le puedes echar la culpa a los otros dos. Lo único que me entristece compartir con ellos, realmente, es la recaudación.

¿Es distinto el sentido del humor de dos creadores que son madrileños, como usted y Flo, al de un manchego como Mota?

En general, cada uno tiene su sentido del humor, y tenemos muchas cosas en común y muchas cosas diferentes, independientemente de la denominación de origen, pero la idea es que todo sume. 

¿Cómo funciona esa magia en escena con humoristas que interactúan, está muy cerrado el espectáculo o la creación de cada uno de ustedes se abre invariablemente paso?

Esta gente son imprevisibles, a mi me lo hacen pasar muy mal, ya que a veces se van por los cerros de Úbeda, pero qué sería de un espectáculo de estas características sin un pequeño espacio para la improvisación y el disparate. Soy afortunado de tener dos compañeros tan talentosos.

 ¿Hay un tutorial para hacer reír?

Seguro que sí y varias master classes, en internet esté todo. Aunque el día a día sobre el escenario en contacto con la gente es la mejor enseñanza para un humorista. 

¿Nos traen sus personajes más singulares y conocidos?

No, de momento traemos nuestros personajes mas insulsos y los monólogos mas aburridos y formales, hay que dejar algo para la próxima vez que vengamos. 

¿Ha cambiado mucho el espectáculo desde su estreno? 

No lo conocería ni su madre. Es como un hijo que ha crecido, se ha educado, se ha hecho hombre y ahora vuelve a casa. Aunque sigue haciendo el tonto. 

 Con tantos proyectos individuales, ¿cómo sacan tiempo para la gira?

Pues eso me pregunto yo. Es que nos va la marcha. Afortunadamente, esto lo vemos como algo especial, como una cosa de amiguetes, de contacto directo con  nuestros seguidores, que es algo muy gratificante, porque a veces estar todo la semana rodando y luego chuparte 600 kilómetros para hacerte un par de funciones el fin de semana, es algo un pelín agotador. 

¿Cómo se siente más cómodo, delante o detrás de la cámara como director?

Siempre me ha divertido y me ha parecido más cómodo ser actor, pero al final como soy muy controlador y me gusta que todo salga bien y que sea todo como yo digo (que alguno pensara que si es como yo digo no saldrá bien) he acabado dirigiendo.  

¿Cuál es el secreto, si lo hay para que sus películas, como ocurre este año con A todo tren. Destino Asturias, temporada tras temporada, sean las más taquilleras?

No hay secreto, soy un tipo muy afortunado, trabajo siempre rodeado de los mejores equipos técnicos y artísticos. Quiero pensar que a la gente mis películas le hacen gracia, se divierten viéndolas, así cuando estreno la siguiente dicen, mira, han estrenado otra del Segura, vamos, que pasaremos un buen rato. 

Torrente es una de sus creaciones más aclamadas, ¿es molesto para usted el continuo recuerdo de su  personaje o, por el contrario, se siente cómodo?

Le tengo un gran cariño a esas películas , sigue habiendo gente que aún se junta para ver las películas de la saga con amigos, es un personaje deleznable y totalmente despreciable, pero que ha hecho reír a millones de personas, por lo tanto mi recuerdo es maravilloso.  

Televisión, cine, teatro, doblaje, ¿en qué proyecto trabaja, si nos lo puede adelantar?

Ahora voy a hacer un pequeño papel en la próxima película de Chus Gutiérrez, De Caperucita a Loba, basado en el libro de mi amiga y coguionista habitual Marta González de Vega, será su primera película como protagonista, además, y me hace mucha ilusión tomar parte. Y luego me pondré inmediatamente manos a la obra para dirigir mi próxima película, no puedo dejar que el verano que viene no haya una comedia familiar mía en las pantallas, me lo tomo ya como una cita con el público.