La mitad de las víctimas de delitos sexuales son menores

M.O
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En los últimos cinco años la provincia albacetense sumó 360 denuncias, y 184 casos correspondieron a niños y jóvenes

La mitad de las víctimas de delitos sexuales son menores - Foto: victor ballesteros

Esta semana en la que los derechos del niño son protagonistas incluye también la conmemoración el lunes del Día Europeo para la Protección de los Niños del Abuso Sexual y Explotación Sexual, un fenómeno relacionado con una serie de delitos aún ocultos en muchos casos, pero que ocupa una buena parte del trabajo policial en materia de delincuencia sexual. Los datos de denuncias de Albacete recopilados por el Ministerio del Interior son más que claros respecto a la dimensión del problema social: Más de la mitad de las víctimas de los delitos sexuales conocidos el último lustro son menores de edad. Desde 2014 y hasta 2018 en la provincia albacetense se denunciaron 360 delitos contra la libertad sexual (158 el pasado año), y de todos ellos el 51,1% fue con menores como  víctimas, 184 delitos. Solo el año pasado hubo 56 víctimas de delitos sexuales menores en Albacete, por los 21 del año anterior.

Los datos dicen que, de esos 184 casos conocidos en cinco años, hay 84 víctimas que no tenían más de 13 años. El centenar restante es de menores de edad víctimas de delitos sexuales cuando tenían entre 14 y 17 años. El conjunto de esos delitos contra la libertad sexual denunciados en la provincia incluye agresiones sexuales (con o sin penetración), corrupción de menores, abusos o pornografía. Solo en 20918, y en Albacete, se denunciaron cinco agresiones sexuales con penetración a niños, dos de ellas en menores de 13 años, y dos agresiones sexuales más sin penetración, según consta en una estadística que recopila los casos conocidos tanto por Guardia Civil como por la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía.

La estadística policial concuerda con los números del programa Revelas-M de la Administración regional, donde se atiende a los menores víctimas de estos delitos sexuales y se da asistencia legal y psicológica también a sus familias. En 2018 el programa dio de alta 56 nuevas altas de menores de edad, el mismo número de las denuncias conocidas en los registros del Ministerio del Interior. La abogada Cristina de los Ángeles García García trabaja con estas víctimas de abusos y sus familias, y conoce muy de cerca un fenómeno que, asegura, no crece tanto porque el fenómeno se dé más ahora, sino porque sí se denuncia más algo que en muchas ocasiones quedaba escondido en el núcleo familiar: «Hay más casos en la estadística porque ahora sí se denuncia, es algo que durante mucho tiempo se ha mantenido oculto; los abusos se producen en el entorno muy cercano del niño, padres, abuelos, hermanos, profesores... Normalmente estas cosas se han quedado en casa, ahora eso es lo que está cambiando, se denuncia, se habla de este problema». Hoy mismo un juzgado Penal de Albacete juzga un caso de presuntos abusos donde precisamente la madre de dos hermanas víctimas está acusada de haber consentido los abusos y no haber actuado, un ejemplo de esa situación que comentaba a La Tribuna esta abogada albacetense, quien remarcaba que cuando un caso de delito sexual con un menor como víctimas sale a la luz la situación familiar cambia por completo: «Cuanto más cercana es la persona denunciada más conflicto hay, no es lo mismo si tienes que denunciar a un profesor que si es un hermano, un padre o un abuelo, alguien cercano a los progenitores del menor, y con quien los padres también tienen una relación afectiva». La letrada comentaba que el caso que hoy se juzga en Albacete, con esa madre que no actuó al saber lo que pasaba a sus hijas, es algo que ocurre, «ha habido casos donde al menor no se le ha creído, no se le ha cuidado lo suficiente para que siga adelante el procedimiento. Eso es lo más doloroso para el menor, no sentirse creído o apoyado, ese daño a veces es mucho mayor que el abuso en sí. Algo así, un abuso o una agresión sexual, cae como una bomba en el entorno familiar, es romper la imagen que has tenido de tu padre, de tu hermano, o de tu mejor amigo. Eso para los padres es un duelo en cierta medida, hay muchos sentimientos que gestionar, por eso la parte de la asistencia psicológica es fundamental en el programa».

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