Google ha desarrollado una nueva tecnología de tejidos inteligentes que permiten interactuar con objetos cotidianos de nuevas maneras y la ha utilizado para crear un prototipo de auriculares que pueden controlarse a través de distintos gestos tocando directamente el cable.

El tejido inteligente creado por Google constituye una interfaz de usuario, y con él es posible detener una canción al pellizcar el cable con dos dedos, pasar a la siguiente al apretar dos veces o subir y bajar el volumen al girar el cable en una dirección o en otra.

Como ha explicado la compañía estadounidense en un comunicado, el tejido inteligente de Google se basa en una matriz de detección helicoidal, un nuevo tipo de material fabricado a partir de fibra óptica compuesto de filamentos eléctricos y otros de soporte para detectar el contacto de los dedos en cualquier parte del cable.

La tecnología desarrollada por Google es capaz de detectar el área de contacto (si se pellizca con dos dedos o se agarra con el puño), el tiempo de contacto, giros y la presión ejercida.

Con estos datos, posteriormente se identifican los gestos empleando mecanismos de aprendizaje automático, cuya efectividad de detección es del 94 por ciento, según los datos de Google.

Estos mecanismos han sido entrenados con una base de datos de 864 muestras de gestos que podrían ampliarse en el futuro si el sistema llega a usuarios finales, y necesitaría solamente 30 segundos de entrenamiento por cada gesto.

Google ha incorporado también elementos visuales en su interfaz a través del uso de la fibra óptica, que ilumina determinados filamentos del cable con distintos colores y patrones para ofrecer apoyo visual a los usuarios. También se contempla la opción de añadir ayuda por sonido en los propios auriculares.

Además del cable inteligente para auriculares, Google ha creado también prototipos para otros casos de uso diferentes como un cable para un altavoz inteligente Google Home y un cordón inteligente para sudaderas que también permitiría controlar la música por gestos.

Los autores del estudio han destacado que los resultados son "particularmente interesantes" ya que muestran que "el tejido inteligente era más sensible que los dispositivos rígidos".