Beber vino y descochar una botella son dos partes de un proceso íntimo que ha sufrido una revolución, ya que ahora el vino enlatado llega al mercado con fuerza. En España, a pesar de ser uno de los países de mayor producción a nivel global, el vino en lata aún no tiene el auge que en Estados Unidos, donde ya es una realidad consolidada y no deja de expandirse con celeridad. Y ese fuerte crecimiento en el país americano ha ‘obligado’ a muchas bodegas a subirse al carro de la innovación para explorar nuevas formas de consumo y atrapar a los millennials, un público sediento de nuevos formatos.
La bodega de la provincia de Ciudad Real que ha dado el primer paso en el este tipo de formato ha sido El Progreso. Desde hace unas semanas, su Viña Xétar rosado de baja graduación alcohólica en lata de 25 centilitros se puede encontrar en las estanterías de tiendas especializadas y en su portal web. Con un diseño minimalista y elegante no precisa de copas, vasos ni sacacorchos. «No se trata de competir con la botella de vino, sino de llevar este producto a nuevos momentos de consumo donde la botella no tiene cabida», comenta el presidente de la bodega villarrubiera, Jesús Julián Casanova, quien señala que se trata de un nuevo proyecto «alegre, cómodo y atractivo», que demuestra que la bodega «siempre trabaja por la innovación y el futuro».
Se trata del mismo mosto fermentado que se vende habitualmente en botella y al que «le hemos añadido algo más de carbónico para que sea más refrescante y efervescente, pero manteniendo siempre esa calidad», añade Casanova. Además, su envase individualizado hace que sea más idóneo para consumir en tiempos de pandemia «manipulándose mucho menos».
Viña Xétar en lata junto a las cepas donde se cultivan las uvas de la cooperativa El Progreso. - Foto: Tomás Fernández de MoyaDe momento, El Progreso ha lanzado una partida inicial de 25.000 unidades con el reto de que en mercados como Estados Unidos se consolide. «Hemos visto la tendencia de Estados Unidos, uno de nuestros principales clientes, y tenemos la imprensión de que en España puede ir llegando este producto y conquistar a los más jóvenes, por lo que nos hemos embarcado en esta nueva iniciativa con mucha ilusión», argumenta al tiempo que declara que entre los próximos proyectos de futuro de la bodega es ofrecer en vino en botellas de 20 centilitros con tapón de rosca.
Y con esa misma ilusión comenzó la cooperativa Vinícola Villarrobledo, que asentada en Albacete comercializa desde el pasado mes de diciembre un vino blanco en lata de 250 mililitros bajo la marca Encinares y con un doce por ciento de graduación alcohólica. Su gerente, Julián García, recuerda, en declaraciones a La Tribuna, que la idea «está teniendo muy buena aceptación», hasta tal punto que la bodega está ya trabajando para lanzar en mayo el tinto enlatado, por lo que «estamos muy satisfechos y esperanzados con el futuro», declara.
Dos bodegas pioneras en este tipo de formato al que, quizás en un futuro, se sumen otras. Así por ejemplo, en Bodegas Yuntero de Manzanares no lo descartan. Su presidente, Felipe Rodríguez, asegura que «percibimos que cada vez está teniendo más fuerza el vino en lata y cada vez son más los clientes, principalmente de Estados Unidos, quienes lo demandan». Una idea, reconoce, que antes «veíamos a muy largo plazo, pero que ahora lo contemplamos a más corto plazo». Y muestra de ello, apunta, «es que el personal de marketing está ya trabajando en ello».
De momento, desde Bodegas Crisve (Socuéllamos) aseguran que a día de hoy no lo contemplan aunque reconocen que existe una cierta tendencia al alza en algunos mercados. Mientras, el presidente de la Cooperativa tomellosera Virgen de las Viñas, Rafael Torres, señala que la idea está encima de la mesa, pero «aún no lo contemplamos», aunque eso, subraya, no significa que en un futuro se realice.