Justicia destruirá miles de expedientes de juicios de faltas

JOSECHU GUILLAMON
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La Junta de Expurgo estableció que en un plazo de dos meses los interesados en estas actuaciones judiciales puedan recuperar los documentos aportados al proceso

La Junta de Expurgo de Castilla-La Mancha, con sede en Albacete, ha  decidido eliminar miles de expedientes de juicios de faltas desde el año 1940 hasta el año 1995 inclusive, así como las ejecutorias derivadas de ellos.

Sin embargo, no se eliminarán todos los documentos, sino que se dejará como muestra para futuros estudios los expedientes de los años terminados en seis.

En concreto, se eliminarán los juicios de faltas acaecidos entre 1990 y 1995 producidos por los antiguos juzgados de primera Instancia e Instrucción 2, 3, 4, 5 y 6. Además se destruirán expedientes del antiguo Juzgado de Distrito 1 (entre 1977 y 1985) y del 2 (entre 1954 y 1989). También se eliminarán expedientes de juicios de faltas de los juzgados de Alcaraz (1940-1989), Almansa (1940-1989), Casas Ibáñez (1945-1989), Hellín (1941-1989), La Roda (1946-1989) o Villarrobledo (1990-1995).

En cualquier caso, las personas interesadas en reclamar alguno de estos documentos, puede hacerlo  en un plazo de dos meses.

Junta de Expurgo. La Junta de Expurgo está presidida por el magistrado Eduardo Salinas y cuenta con el gerente territorial del Ministerio de Justicia, Luis Fresneda; la técnico superior especialista en archivos, Edila Escribano; la directora del Archivo Histórico Provincial, Elvira Valero y la coordinadora de los secretarios provinciales, Carmen García.

Esta Junta se reúne como mínimo una vez al año y siempre que es necesario y determina la destrucción o expurgo de los archivos judiciales, así como el establecimiento de criterios de conservación que garanticen la más idónea conservación de cuantos documentos pudieran tener valor cultural, histórico, jurídico o administrativo, como aclara Eduardo Salinas. «La Junta de Expurgo es la que decide cuando hay que eliminar la documentación judicial sobrante, para que no se acumule innecesariamente» y también para garantizar el derecho de los ciudadanos al olvido de asuntos nimios.

Salinas recuerda que es importante destruir lo innecesario, para conservar mejor lo que tiene valor y que sea accesible en el futuro. «Para los historiadores, la actividad judicial es considerada como una de las muestras de la actividad y del funcionamiento de la sociedad, sobre todo para la historia económica y la historia social».