c.s.rubio / toledo
Castilla-La Mancha sigue cerrada. El Consejo de Gobierno ha decidido este martes mantener el cierre perimetral de la región y el toque de queda de 12 de la noche a 6 de la mañana, tal y como confirman fuentes de la Junta a La Tribuna. Asimismo, también se mantiene la prohibición de reunirse más de 6 personas no convivientes en un mismo espacio.
Lo que ya no da el Gobierno regional son plazos. Y es que, si bien este ‘cierre de fronteras’ se planteó en un primer momento como algo temporal, para evitar desplazamientos innecesarios durante los puentes del Día de Todos los Santos y la Almudena, ahora la respuesta es que no «hay fecha determinada» para el levantamiento de estas restricciones. Como se apunta, «todo dependerá de la evolución de los datos epidemiológicos y de las recomendaciones de Salud Pública».
Escenario de transmisión comunitaria. Esta decisión está en la línea de la tomada al inicio de esta semana de prorrogar 10 días más el ‘nivel 2’ de restricciones anticovid en toda Castilla-La Mancha, salvo en aquellas zonas donde la situación sea más grave y, por tanto, mantengan medidas de ‘fase 3’.
Castilla-La Mancha vuelve así a optar por la prudencia, pese a que se ha observado una «cierta mejoría» en la incidencia de la pandemia en la última semana. Desde el Gobierno regional se insiste en que todavía hay un «escenario de transmisión comunitaria» que exige medidas específicas.
No hay que olvidar aquí que la tasa de incidencia acumulada en las semanas 44 y 45 (300 y 265 casos por 100.000 habitantes respectivamente), la incidencia acumulada en los últimos 14 días (próxima a los 600 casos por 100.000 habitantes), las elevadas tasas de incidencia en personas con más de 65 años (en torno a 600 casos por 100.000 habitantes), el peso relativo de los mayores de 64 años sobre el total de casos (19,1%), el elevado porcentaje de pruebas diagnósticas positivas (19,0%) y la situación de los indicadores de ocupación hospitalaria (especialmente en UCI), se sitúan claramente muy por encima de los umbrales de alerta establecidos en Castilla-La Mancha.
En este sentido, al cierre de fronteras y el toque de queda se suman restricciones tales como el cierre de hogares de jubilados y centros colectivos de sociedades recreativas y culturales, la supresión del servicio de barra en todos los bares y restaurantes, la reducción del aforo de las terrazas, o la limitación de actos como bodas y bautizos a no más de 100 personas en el exterior y 50 en espacios cerrados, entre otras medidas.
Revisión en 7 días. Con todo, la conveniencia de mantener este cierre perimetral volverá a estar sobre la mesa del Consejo de Gobierno el martes de la semana que viene y hoy miércoles está previsto que el director general de Salud Pública, Juan Camacho, informe de la evolución semanal de la pandemia en la comunidad autónoma.
Cabe recordar que la decisión de poner en marcha esta medida el pasado 30 de octubre generó una importante polémica con la vecina Comunidad de Madrid, reacia a ‘cerrar sus fronteras’. Finalmente, tanto Castilla-La Mancha como Castilla y León decidieron implantarla para evitar desplazamientos innecesarios de cara a los puentes de Todos los Santos y de la Almudena. Una medida que en ambos casos continúa.