«Esto es más grande que un Plan Marshall». Así define la llegada de dinero de Bruselas el economista y eurodiputado de Ciudadanos Luis Garicano. Él está en estos momentos «en la cocina» de cómo se tiene que gastar esos fondos y por eso se está reuniendo con las patronales de distintas comunidades autónomas. Hoy ha estado en Toledo para hablar con los representantes de la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha, Cecam, junto con la también eurodiputada Susana Solís. «Nuestro objetivo es ayudar a que ese dinero se gaste y se gaste bien», apostilló.

Garicano no oculta que «el precedente de España, y en Castilla-La Mancha más, es que el dinero europeo se quede sin gastar». Lamenta que pase así incluso cuando se puede utilizar para ayudar a los que están más desprotegidos, en relación a aquellos autónomos o empresarios que han tenido que cerrar por las restricciones del coronavirus. Propone una dotación de 7.000 millones para un plan que ya tiene Francia y Alemania con el que se mira la declaración fiscal del año anterior, se ven los ingresos que tenía y se le da ese dinero.

«Hay muchísimo dinero europeo que no estamos usando», comentó, «dinero hay, usémoslo para gente que lo necesita». Comentó que, por ejemplo, se pueden sacar esos fondos del MEDE (Mecanismo Europeo de Estabilidad). Advirtió de que urge, porque hay mucho tejido productivo que ya no aguanta más y al que no le sirven los préstamos ni la liquidez. «Si no, nos van a pasar dos cosas, que se nos va a incendiar el país y nos vamos a cargar nuestra estructura productiva», avisa.

Pero no solo teme que se queden fondos sin gastar, sino que los que lleguen de Europa del capítulo Next Generation no se empleen bien. Recordó que tienen que servir para «transformar nuestras economías, para dar una vuelta radical a todo nuestro modelo productivo». Apuntó que «no se puede usar para incrementar el gasto corriente de los ministerios».

Ideas de proyectos para los fondos europeos. Garicano trasladó a los empresarios castellano-manchegos que la «gran transformación» que hay que hacer con estos fondos es la digitalización de las pequeñas y medianas empresas. Para hacerlo podrán recibir fondos de Bruselas aunque Garicano reconoce que las pymes «ahora mismo no son conscientes de que hay ese dinero».

Muy vinculado a las nuevas tecnologías, también sugiere que se destinen fondos a la formación en habilidades digitales. «Si alguien sabe programar, hacer la web a esa empresa de quesos que quiere ponerse a vender online, hay trabajo para esas personas», asegura, «el problema es que la formación que se está dando corresponde a empleos del pasado».

Además avanza que habrá proyectos de rehabilitación de viviendas y ciudades buscando la eficiencia energética. Sugiere que se pidan, por ejemplo, para reformar colegios que lo necesiten. También aventura que puede haber proyectos para flotas de autobuses ‘verdes’ o para digitalizar la administración.

El secretario general de Cecam, Félix Peinado, le reconoció que entre las empresas los nuevos fondos europeos Next Generation no son todavía muy conocidos. Pero desde la patronal castellano-manchega saben que para captar esos fondos europeos las empresas se tienen que implicar. «Vamos a hacer todo el esfuerzo que podamos por acercar las empresas a esta disponibilidad de fondos», se comprometió.