Román fue el más beneficiado del 'chaparrón' taurino

PEDRO J. GARCÍA
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El diestro valenciano cortó una oreja a cada una de sus enemigos y logró la primera puerta grande del abono, mientras que Tendero y Moral salieron a oreja por coleta

Román fue el más beneficiado del ‘chaparrón’ taurino

Un chaparrón es una lluvia de corta duración, que es lo que cayó en la capital a las cinco de la tarde, la hora taurina por excelencia, aunque, por fortuna, aquí los festejos comienza a las seis, por lo que el líquido elemento caído del cielo sirvió para refrescar el ambiente en la capital. También en la plaza de toros, donde se celebró la primera de abono que, como el día, tuvo su particular chaparrón taurina, porque también hubo lluvia de corta duración taurina sobre el albero, con los tres toreros, que pusieron sus gotas a un festejo que acabó con la puerta grande de Román, tras cortar una oreja a cada uno de sus enemigos, y una oreja por coleta para Miguel Tendero, autor de la mejor faena del festejo, y Pepe Moral, quien demostró su clase con el segundo de su lote. Todo ello ante un encierro de Jandilla-Vegahermosa que tuvo que ser remendado con un toro de El Cortijillo, con seis años y, por lo visto, con más viajes que la maleta de la Piquer.

Primera puerta grande. El diestro valenciano Román logró la primera puerta grande del abono, cimentada en el valor ante los dos toros de Vegahermosa. Frío fue el inicio de su faena a un toro noble, pero que se paró pronto y con el que el diestro estuvo muy aliviado en los primeros pasajes, con un toreo con poco calado que más bien rozaba el tedio, pero en la recta final, en la distancia corta, con más valor que otra cosa, consiguió que su faena fuese a más, con circulares más para la galería que lucidos y un ajustado remate con manoletinas. Una certera estocada despachó al astado y paseó una oreja.

Más complicado fue su segundo enemigo, sin clase ni entrega, pero el diestro valenciano puso todo de su parte es busca de la oreja que le abría la puerta grande. Realizó un vistoso quite en el que conjugó una chicuelina, con una tafallera, un farol y una larga a un toro que apretó en banderillas. Ya con la muleta, tiró de valor y entrega para arrancar los muletazos a un toro con poca entrega. También estuvo certero con los aceros, despachando al astado con una estocada, lo que le valió para pasear otra oreja y conseguir una puerta grande que estuvo cimentada en el valor.

La mejor faena. El diestro local, Miguel Tendero, fue el autor de la mejor faena de la tarde, al toro que abrió la Feria, de Jandilla, de nombre Escaramujo. Tendero lució de principio a fin, arropado por una buena cuadrilla, con notable lidia de Rafael García y un buen tercio de banderillas de Javier Perea y Alberto Molina, quienes se desmonteraron tras banderillear al primero de la tarde.

Tendero, ausente en la Feria del año pasado, salió arreado, con ganas. Lo dejó claro cuando recibió al primero de su lote con una larga cambiada, pero lo bueno llegó cuando se abrió de capa, con templadas verónicas, las mejores de toda la tarde. Con la muleta llegó el chaparrón de toreo del albacetense, con mucho gusto y temple, en series cortas y sin obligar al astado, porque cuando lo hizo éste dobló. Faena con gusto y sabor, que fue rematada con una estocada que le valió para pasear la primera oreja del abono.

Menos suerte tuvo con el segundo de su lote, un toro de El Cortijillo que remendó la corrida. Un toro con seis años, manso, sin clase y que, como diría el clásico, sabía latín. Un toro que sobraba, aunque no era sobrero, porque en la tarde que torea un local hay que tener más tacto, sobre todo cuando hay dos empresarios de la tierra, a los que aquí siempre se les ha tratado muy bien, pero ya saben que no es lo mismo llamar a la puerta que levantarse a abrir. ¿Verdad Manuel Caballero? Y con eso infumable toro tuvo que apechugar Miguel Tendero, quien también consiguió lucidos lances a la verónica y estuvo muy firme en su faena de muleta, en la que porfió y se entregó ante un toro que fue a peor. Lo despachó con un pinchazo y una estocada caída, que le valió para escuchar una ovación, pero también para dejar patente que es un torero que busca abrirse un hueco. Clase no le falta al albacetense.

Detalles de moral. Pepe Moral dejó buenos detalles en su debut en la plaza de toros de Albacete ante dos toros de distinta condición; con más clase el primero y más complicado el segundo. Moral es un torero que cala, como dejó patente en su primera faena, con temple, muletazos hondos y buen gusto en su toreo, que tuvo el premio de una vuelta al ruedo por su fallo con los aceros. Fue el lunar, porque la ejecución de la suerte suprema le costó dos cogidas, más aparatosa la segunda, en la que fue prendido por la taleguilla, que quedó destrozada.

El segundo de su lote fue un toro sin clase ni entrega, abanto de salida, sin entrega en el caballo y apretando en banderillas. La faena tuvo un inicio frío, más por la mala condición del astado que por la disposición del torero, pero el diestro sevillano puso disposición y con entrega y firmeza logró que su faena fue a más, lo que le valió para pasear una oreja tras despachar al astado con media estocada y un descabello.