"El acercamiento de las familias a la escuela es mejor"

Ana Martínez
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El exdirector del colegio público Mari Llanos Martínez será mañana reconocido por la Consejería de Educación por "su actitud de escucha permanente y su intento continuo de llegar a consensos"

José Martínez Lozano frente a la fachada del colegio Mari Llanos Martínez, del que ha sido director hasta su jubilación. - Foto: Rubén Serrallé

José Martínez Lozano es natural de La Roda, donde nació un 18 de julio de 1958. Estudió en la antigua Escuela de Magisterio de Albacete y en el verano de 1983 aprobó las oposiciones para el cuerpo de Maestros, profesión que ejerció hasta el año 2006 que accedió al cuerpo de Secundaria, por la especializada de Orientación Educativa. Ha sido orientador en el instituto de Secundaria Parque Lineal, cuatro años en el CRA de Pozo Hondo y en 2011 se trasladó al colegio público Mari Llanos Martínez, donde en julio de 2013 asumió la jefatura de estudios y seis meses más tarde la dirección, cargo que ha ocupado hasta su jubilación en diciembre del año pasado. Mañana, José Martínez será uno de los docentes premiados por el Gobierno de Castilla-La Mancha, por «su actitud de escucha permanente y su intento continuo de llegar a consensos».

Aunque hable de usted mismo, ¿a qué se debe este reconocimiento, en su opinión?

El reconocimiento partió de una propuesta del colegio Mari Llanos Martínez que la elevó a la delegación provincial de Educación y esta, a su vez, a la Consejería. Desde que empecé a ejercer como maestro, mi objetivo fundamental fue escuchar y ayudar en lo que podía a las familias, pero sobre todo a los alumnos, que son con los que trabajamos día a día. Siempre he tenido esa predisposición de echarles una mano, también cuando fui director del colegio público Príncipe Felipe de El Salobral. Como director he tenido mucha más responsabilidad, porque esa escucha y esa predisposición también hay que tenerla con los compañeros, con los maestros. Supongo que por ahí viene el reconocimiento. Siempre he creído que hay que escuchar a la gente para intentar ayudarla. Es cierto que no siempre se puede, porque la casuística a veces viene derivada de problemas que los propios centros no pueden solucionar, pero dentro de las posibilidades que nosotros tenemos y como director y orientador, siempre he procurado ayudar y estar a disposición de toda la comunidad educativa e intentar mejorar siempre la educación de todos los que están en el ambiente escolar.

¿Con quién y por qué ha intentado llegar a consensos?

Una de las funciones de un director, además de establecerlo en la normativa, aunque es cierto que va en el carácter de cada uno, es intentar consensuar con todo el mundo todas las actuaciones educativas. En este curso, el Mari Llanos Martínez tiene una plantilla de más de 40 docentes, casi 700 madres y padres y casi 500 alumnos, cada uno con su problemática y hay que intentar, entre todos, y en este caso el director como cabeza visible de esa comunidad educativa, alcanzar consensos en el sentido de que tenemos que unificar criterios para ir mejorando todo. Siempre hay discrepancias y el que está en medio es el director, el que tiene que ayudar a que todo el mundo comprenda las situaciones, entienda las diferentes problemáticas que se reúnen en un centro educativo y que, en cierto modo, sea consciente de que a lo mejor tiene que limitar sus intereses en beneficio de la comunidad. El director es el que tiene que conseguir el consenso, aunque sea complicado con tanta gente implicada. La función de él es intentar mediar entre administración, profesores, alumnos y familias.

Una vez jubilado y con una vida dedicada a la enseñanza, ¿ser docente es más vocacional que una simple salida profesional?

Yo metería los dos componentes, tienes que ser profesional, porque tienes que tener unos conocimientos teóricos y prácticos, y también vocacional, porque estás trabajando con personas que cada día tienen unos intereses y unas características concretas. Si no tienes vocación, como en cualquier profesión, es muy complicado, sobre todo cuando estás trabajando con personas. El profesorado tiene que ser profesional, tiene que estar constantemente actualizándose, formándose, pero tiene que tener también una vocación, porque si no trabajar con personas todos los días es muy complicado.

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