Cuando todo vale para ganar al rival

SPC
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Marc Fratani, exasesor del Olympique de Marsella, desvela el modo de actuar que convirtió a su equipo en campeón de Europa en la década de los 90, pero el club francés no es la única entidad en realizar artimañas para su beneficio

Cuando todo vale para ganar al rival - Foto: Twitter @StewTodd

Este fin de semana se publicó una exclusiva que tenía por protagonistas al Olympique de Marsella, un exempleado del equipo francés y unas prácticas poco ortodoxas para asegurar la victoria frente a los rivales.

Marc Fratani, quien fuera asesor parlamentario del empresario y expresidente del Olympique de Marsella Bernard Tapie, desveló en el periódico galo ‘Le Monde’ la compra sistemática de los partidos ligueros contra los principales adversarios en la década de los 90, incluyéndose a él mismo en las operaciones y acusando al expresidente incluso de intoxicar a los competidores con psicotrópicos y anestésicos.

"Participé una vez en la compra de un árbitro. Era un partido contra el PSG en París. Al día siguiente fui a entregarle (el dinero) a un lugar discreto que había sido acordado", señala en la entrevista. "Se desestabilizaba a los rivales utilizando Haldol, un anestésico. El producto se inyectaba en botellas de plástico", añade el antiguo asesor.

Esta “empresa de corrupción” se mantuvo durante cuatro temporadas, según Fratani, mediante la que incluso realizaban falsas facturas por las que llegaron a desviar 6 millones de francos al año para comprar partidos. Sin embargo, aunque el Olympique se sirvió de estas prácticas para obtener la Champions -y convertirse en el primer equipo francés en hacerlo- y “robar” dos títulos al Mónaco de Arsène Wenger, que en su día insinuó el pago a rivales, el club francés no ha sido el único en usar artimañas.

 

El caso ‘Calciopoli’ de la Serie A

La operación ‘Calciopoli’, en 2006, reveló el mayor escándalo de partidos amañados en el fútbol italiano. Equipos de la élite transalpina como Juventus, Fiorentina, Lazio y AC Milán fueron acusados de realizar sobornos a los árbitros para controlar y favorecer sus resultados en los partidos ligueros. Como resultado, la Juventus descendió de manera fulminante a la Serie B, la segunda división, con 30 puntos de penalización y perdió sus últimos dos títulos de liga. Milán, Fiorentina y Lazio fueron sancionados con puntos.

 

El Levante – Zaragoza más mediático

 

Cuando todo vale para ganar al rival

 

En mayo de 2011, el Zaragoza disputaba su partido de salvación en casa del Levante. Si ganaban, evitaban bajar a Segunda División y lo lograron por 1-2, cediendo su descenso al Deportivo de la Coruña, que denunció el partido por amaño. Aunque el juicio del caso, que se archivó hace unos años para volver a abrirse, se celebrará este septiembre, hay indicios de que pudo ser un partido comprado. Algunos jugadores del Zaragoza realizaron transferencias “extrañas” de miles de euros desde sus cuentas bancarias mientras que los del Levante recibieron dinero de “difícil explicación” para las vacaciones de verano de ese año. Por ejemplo, Caicedo gastaba de normal poco más de 3.000 euros, el año del supuesto amaño, 250.000.

 

Un ‘clásico’ inglés comprado

Manchester United y Liverpool fueron protagonistas en 1915 del que fue uno de los primeros casos de corrupción que se conoció en el fútbol inglés. Los eternos rivales arreglaron un partido, cuyo plan se urdió en un bar la noche anterior, para que el equipo ‘red evil’ no descendiera y la victoria 2-0 fue confirmada como un amaño. Pese a que algunos futbolistas fueron suspendidos de por vida, la Federación Inglesa no tomó medidas contra ningún equipo después de que ambos ayudaran en la investigación.

 

El ‘lasaña-gate’ del Tottenham

 

Cuando todo vale para ganar al rival

 

Hace más de 10 años, de nuevo en el escenario de la Premier League, ocurrió uno de los capítulos más rocambolescos del fútbol inglés. El ‘lasagne-gate’, como lo bautizó la prensa inglesa, ocurrió en el último partido de liga de la temporada 2005-2006, en el que el Tottenham se enfrentaba al West Ham. Los ‘spurs’ solo necesitaban un empate para hacerse con la cuarta plaza de la liga y poder entrar en Champions, quitándole el puesto al Arsenal, su eterno rival. Pero los jugadores del Tottenham llegaron descoloridos, incluso algunos no pudieron ir, al estadio de sus rivales, afirmando que la cena no les había sentado bien. La culpable de todo fue una lasaña de calidad cuestionable que les fue servida en el hotel de concentración la noche anterior. La intoxicación alimentaria fue a más en medio del partido y algunos jugadores se pararon a vomitar y a tomar bebidas isotónicas para reponer líquidos. Finalmente el Tottenham perdió el encuentro (2-1) y su plaza para la Champions y señaló al Arsenal como el artífice del ‘envenenamiento’, aunque el caso nunca se resolvió.