Las exigencias hicieron que los calendarios tuvieran que apretarse y obviamente el que más sufre es el que más jornadas disputar, que no es otra competición como la Segunda División, sobre dimensionada desde que se hizo de 22 equipos por no querer cumplir la normativa. Son 42 jornadas más unos playoff de ascenso que eternizan una competición siempre muy igualada y que suele dar muchas sorpresas. Aquí no vale solo tener una buena plantilla. Aquí también entra en liza la suerte que puedas tener en el tema de lesiones, la preparación física e incluso la preparación mental para afrontar una competición tan larga.

El final de la temporada 2019-20, especial por las circunstancias que se dieron, se ha trasladado a la campaña 2020-21, en la que son muchas las jornadas en miércoles y, con ellas, la acumulación de partidos. Si hace poco el Albacete tenía que disputar cinco encuentros en un tramo de 15 días, la próxima semana, ya que juega el lunes con el Almería, se inicia otro periodo similar en el que tendrá que afrontar cinco partidos en 14 días, es decir, se pasaron los Pirineos en el Tour y ahora toca afrontar los Alpes del Giro.

La competición ya no volverá a estar tan apretada, aunque todavía quedará alguna jornada más entre semana y por supuesto la Copa del Rey, en la que dependiendo de las rondas que se pasen habrá más acumulación de partidos.

Precisamente al tocar la primera ronda de Copa frente al Córdoba y tener que jugar como visitante, ello hará que el Albacete tenga que realizar tres desplazamientos en poco más de una semana, ya que la jornada antes de medirse al Córdoba en la competición del KO el Alba jugará en Castellón y la siguiente ante el Mirandés.

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