Le Cordon Blue Madrid publicaba hace unas semanas la lista de seleccionados de toda España que optarán este año al Premio Promesas de alta cocina  y que permitirá a quien lo gane hacerse con una beca valorada en más de 23.000 euros para ampliar su formación en la escuela con sede en la Universidad Francisco de Vitoria y de 8.000 euros para el segundo clasificado.  Hasta el 31 de este mes los seleccionados dispondrán de plazo para realizar una videoreceta de cinco minutos de duración como máximo, habiéndose, no obstante,  que esperar hasta el 27 de febrero para que se conozcan los 10 alumnos que disputarán la gran final. Castilla-La Mancha está presente en esta  fase de selección con Cristina Alarcón Martínez, estudiante del IES San José de Cuenca y con la albacetense Elena Martínez Jiménez, alumna del Basque Culinary Centre en Guipúzcoa.

Elena Martínez es una de las 50 seleccionadas en el certamen Le Cordon Blue para convertirse en una promesa de la alta cocina. Usted estudia en el Basque Culinary Centre. ¿Cómo llega a estos estudios?

Hace unos seis años estando en segundo curso de Derecho en Valencia, me di cuenta  de que no me veía en un futuro ni como abogada, ni trabajando en un despacho, ni haciendo algo que estuviese relacionado con estos estudios. Además,  recuerdo que estando en MasterChef,  en donde llegué hasta la segunda fase, al salir del hotel en donde me había alojado  llamé a mi madre para comunicarle que esto era lo que me gustaba. Luego aprovechando una jornada de puertas abiertas es como conozco en Donosti el Basque Culinary, en donde entró tras hacer las correspondientes pruebas. Estoy a falta de 20 días para finalizar los estudios del Grado en Gastronomía y Artes Culinarias y volver a Albacete a hacer el Trabajo Fin de Grado.

¿En el Basque Culinary ha coincidido con más gente de Albacete?

Entre los cuatro cursos podemos estar allí entre siete u ocho albacetenses, que tras el Bachillerato han optado por hacer este  Grado. Están estos pero también entre mis compañeros hay gente de la comunidad valenciana, de Cataluña, de Estados Unidos, de India, de diferentes países sudamericanos y de Castilla -La Mancha,  de Cuenca o de Toledo. Se puede decir que de donde menos gente hay son del País Vasco en relación con los de fuera. No obstante, debo decir  que me da  mucha pena irme. 

Vuelve a la capital a hacer el citado Trabajo Fin de Curso, pero ¿dónde  lo va  a hacer y de qué va a ir?

El Trabajo Fin de Curso lo voy a hacer en colaboración con la Universidad de Castilla-La Mancha. Con Agrónomos voy a hacer una investigación de alimentos funcionales. Empiezo a hacerla el 10 de febrero y la estaré haciendo hasta junio. Hay que  hacer diferentes pruebas en una planta piloto por lo que contaré con más de un profesor ayudándome, al margen de que yo tendré un tutor en mi universidad y otro aquí para llevarlo conjuntamente.

¿De siempre a Elena Martínez le ha gustado la cocina?

Se pude decir que sí. Tengo vídeos en los que con tres años ya se me ve en la cocina ayudando a mi madre y ya con ocho años cocinando. Las recetas manchegas de siempre me han encantado, hasta el punto de que en más de una ocasión lo que he hecho ha sido llevar ingredientes de aquí a Donosti y hacer unos  gazpachos. A mis amigos les encanta.

¿Cuál cree, no obstante, que va a ser su futuro profesional?

Me gusta muchísimo, y de siempre, la  pastelería. Me gusta renovar clásicos, hacer un poco de vanguardia en sabores que ya conocemos. La cocina me gusta también pero, no obstante, me siento más cómoda y más creativa  en el ámbito de la pastelería, aunque debo de reconocer que no me importaría trabajar en cocina, pese a que es más duro y hay que echar muchas más horas. Hay que amar la profesión de cocinero para  serlo. También me gusta la docencia.

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