La actividad en los alojamientos rurales se mantiene

A.G.
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Los cierres perimetrales afectaron seriamente al sector, que decidió reorientar su estrategia de captación y registra cifras dignas de ocupación con los turistas castellano-manchegos

Vista parcial de Alcalá del Júcar, uno de los municipios más visitados de la región. - Foto: José Miguel Esparcia

Los cierres perimetrales acordados por la mayoría de comunidades autónomas españolas amenazan con lastrar al único sector del turismo que estaba aguantando el tirón de la crisis provocada por la pandemia, el de los establecimientos rurales. Sin embargo, los empresarios de ese ámbito han optado por intentar mantener la actividad a la vez que captan  nuevos clientes en un mercado que no era el más habitual, el de la propia Castilla-La Mancha. 

Así lo explicaba Ginés Torres, gerente de Finca Los Olivos, uno de los principales complejos hoteleros de Alcalá del Júcar, quien detalló que la noticia de esos cierres cayó como un jarro de agua fría en el sector pues se produjo apenas unos días del puente de Todos los Santos e hizo perder prácticamente todas las reservas para esas fechas.

Pese a ello, los establecimientos intentaron cambiar sus hábitos y reorientar campañas de marketing para centrarlos en los residentes en Castilla-La Mancha. La estrategia parece funcionar en el caso mencionado y «las ocupaciones de los siguientes fines de semana han estado entre el 50% y el 75%». «Son cifras más bajas de lo habitual», como reconoce Torres, pero muy por encima de lo que suponía la presencia habitual de turistas castellano-manchegos en el complejo, «donde sí suele venir gente de Albacete, pero muy poca de otras provincias de la región, mientras que ahora hemos notado un gran incremento, principalmente de Ciudad Real». 

Se trata, por tanto, de una nueva ventana de oportunidad para el sector de uno de los principales municipios turísticos de Albacete que, al igual que otras localidades con tradición de establecimientos rurales, tenía como principales visitantes «a turistas de la Comunidad Valenciana y Murcia en fines de semana y de Madrid en puentes más largos». Los castellano-manchegos pueden ahora descubrir su propia comunidad y contribuir a un sector que, en cualquier caso, acusará el golpe y trabaja «semana a semana», con la incertidumbre de cuál será la evolución de la pandemia y las siguientes medidas de prevención. 

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