Piden que procesen a una presunta víctima de maltrato

JOSECHU GUILLAMÓN
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El fiscal cree que cometió perjurio, ya que la mujer declaró que su pareja no la había golpeado, ni amenazado, a pesar de que en Comisaría dijo lo contrario a los policías locales que la atendieron

La vista tuvo lugar en el Juzgado de lo Penal número 2 de la capital. - Foto: Rebeca Serna

La Fiscalía solicitó ayer que se procese a una presunta víctima de violencia de género por ofrecer un testimonio falso con el fin de exculpar a su novio, acusado de pegarla y amenazarla.

Dicha solicitud se produjo ayer en el Juzgado de lo Penal 2, durante el juicio, en el que el acusado negó haber amenazado y golpeado a su pareja.

El procesado J.A.P.T. reconoció que el 28 de agosto de 2018  a la hora de la comida, mantuvo una discusión con su pareja por temas de dinero, ya que él quería comprar unas hamburguesas para comer y su novia no.

Sin embargo, negó haber proferido la amenaza: «siempre la estás mamando por ahí, si entra un payo en esta casa le voy a pegar fuego», como narró una de sus vecinas.

En cuanto a las lesiones que presentaba su compañera sentimental, con la que sigue conviviendo, manifestó que se había caído de la escalera esa misma mañana. Además afirmó que sus hijos no estaban delante cuando se produjo la discusión y también negó haber estado en casa de su vecina ese día, asegurando que decía cosas que no eran ciertas.

A continuación declaró la presunta víctima de malos tratos, a pesar de la advertencia que le hizo la magistrada de su posibilidad de negarse a declarar contra su pareja y de la obligación de decir la verdad si decidía hacerlo.

La joven dijo que discutió con el acusado porque «iban mal de dinero» y se negó a que él fuera a comprar hamburguesas, pero negó que él la pegara y que la hubiera amenazado. «Él no me amenazó, ni ahora, ni nunca».

En cuanto a las lesiones que presentaba aseguró que la herida que tenía en el hombro se la había hecho al caerse cuando estaba limpiando. Sobre los moratones que tenía en el cuello, dijo que eran «chupetones» y en lo que se refiere a otro moratón que tenía en el brazo, manifestó que no sabía ni que lo tenía y que se lo habría hecho moviendo plantas en el trabajo.

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