La vuelta a la normalidad está teniendo sus complicaciones en muchos sectores y la abogacía no es una excepción. Así lo asegura el decano del Colegio de estos profesionales, Albino Escribano. «La vuelta a la actividad la estamos viendo mal, a pesar de todos los esfuerzos que se están haciendo tanto por parte de las autoridades judiciales, como de la Gerencia de Justicia». 

En este sentido, cree que todo se debe a que «no se contó con abogados y procuradores para ver como se iba a hacer la desescalada y ahora se están produciendo bastantes problemas». 

Problemas. Una de las principales complicaciones que están encontrando es que reciben el mismo trato que cualquier ciudadano que tiene que acudir al Palacio de Justicia, cuando ellos tienen que ir para trabajar de forma habitual. «El problema y fundamental es que se están produciendo restricciones en el desempeño del trabajo de abogados y procuradores. Se nos ha equiparado a los abogados al público en general o a las demás personas que ocasionalmente acuden a la Administración de Justicia y eso determina que tengamos que estar esperando en plena calle a 30 grados de temperatura a que se terminen juicios que, como siempre, nunca cumplen sus horarios». 

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