El partido entre el Rayo Vallecano y el Albacete Balompié, que se estaba disputando en el estadio de Vallecas en la tarde del domingo, se suspendió en el descanso del mismo cuando marchaba con empate a cero por los insultos por parte de la afición rayista al delantero del Albacete Roman Zozulia, al que no pararon de insultar llamándole, entre otras cosas "puto nazi".

El colegiado cántabro López Toca, detuvo el partido hasta en tres ocasiones para advertir al delegado de campo que o cesaban los gritos o se suspendía el encuentro. En la retirada de los jugadores al túnel de vestuarios los insultos se acrecentaron y durante el descanso el Albacete pidió la suspensión del encuentro de acuerdo con el árbitro.

El Albacete emitió un comunicado en el que anunciaba que "con el respaldo del Rayo Vallecano, Albacete Balompié y de LaLiga, el árbitro y la Federación Española de Fútbol, han decidido suspender el partido en Vallecas. Una decisión tomada con el único objetivo de salvaguardar los valores del deporte que amamos y de nuestra competición".