«La producción ecológica genera contribuciones»

A.D
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El duodécimo ciclo del Aula de Naturaleza de la Universidad Popular, en esta edición a través de videoconferencias, continuó con la intervención de Concha Fabeiro Cortés, profesora titular de Producción Vegetal de la UCLM

Concha Fabeiro Cortés. - Foto: Rubén Serrallé

El duodécimo ciclo del Aula de Naturaleza de la Universidad  Popular, en esta edición a través de videoconferencias, continuó con la intervención de Concha Fabeiro Cortés, profesora titular de Producción Vegetal de la UCLM, presidenta de la Sociedad Española de Agricultura Ecológica, Agroecología, que centró su charla en las Evidencias científicas de la agricultura ecológica. 

Un formato nuevo para las conferencias. 

Claro, hay que agradecer a la Universidad Popular su valentía para poner en marcha  el ciclo, a pesar de las dificultades. No es lo mismo una conferencia en la que tienes delante a los asistentes, pero  aún así es estupendo. 

Agricultura ecológica es un término muy presente en los últimos años. 

Ciertamente. España es el país con mayor superficie de Europa en producción ecológica y Castilla-La Mancha es la segunda comunidad con más superficie, después de Andalucía. La producción está aumentando mucho y, más lentamente el consumo y, por tanto el conocimiento en la ciudadanía de lo que significa la producción ecológica.  

¿En realidad hablamos de producción ecológica?

Eso es, en realidad hablamos de producción ecológica. Se refiere tanto a la producción primaria de agricultura y ganadería como a la transformación, industria agroalimentaria, elaboración y comercialización, distribución de esos productos. 

Además, ecológico es un término protegido en Europa;un término protegido por un reglamento europeo, por  la Comisión y el Parlamento, que recoge las normas de producción, etiquetado, comercialización, certificación, porque estamos hablando de una producción controlada.  

¿Pensamos en productos naturales también?

Esa es una confusión de términos, no es lo mismo. Los términos ecológico, biológico y orgánico están protegidos por el reglamento y solo pueden utilizarse cuando se hace   referencia a agricultura certificada. Luego aparecen otros términos, natural o tradicional y en muchos casos se pueden compartir prácticas, porque es verdad que la agricultura ecológica, como pensamos, está basada en la no utilización de productos  de químicos de síntesis, pero para conseguir eso, es necesario basarse en el seguimiento de los ciclos naturales, de lo que llamamos agroecosistema, una visión diferente de la agricultura, no como una  fábrica productora, sino un ecosistema en el que hay una gran intervención humana,  pero con esa visión de que  hay múltiples seres vivos, infinidad de fauna y flora silvestre que convive con el cultivo.  

De paso, con la idea de protección de la naturaleza. 

Por supuesto, no hay contaminación y la protección contra la erosión del suelo es un principio fundamental de la producción ecológica, la conservación de la biodiversidad y se demuestran cada vez más los efectos de la producción ecológica en la mitigación y adaptación al cambio climático.  Hay estudios científicos que muestran como la producción ecológica genera contribuciones medioambientales, en la calidad de los alimentos y la salud de quienes los consumen y contribuciones sociales, sobre el desarrollo rural. 

¿Alguna limitación?

Todo son ventajas, pero tiene limitaciones, porque falta el apoyo decidido para dar a conocer las consecuencias benéficas, para que los ciudadanos seamos conscientes que cuando compramos un producto ecológico, es algo más, protegemos el medio ambiente y aseguramos un medio rural vivo y nuestra salud.  

¿Son más caros estos productos ecológicos?

El precio no lo pone el productor, lo marca el lugar donde compramos. En su precio están incluidos todos los costes que supone producir ese alimento, en cambio, en la producción convencional no ocurre así.

Además, los productos ecológicos tienen un mayor contenido en materia seca, menos agua, porque se producen siguiendo su ciclo natural, no de forma rápida. Así, que se ha encontrado que los productos ecológicos son más ricos, con mayor concentración en sustancias bioactivas, lo que pasa es que como compramos por volumen, pagamos agua barata.