Toca, y nunca mejor dicho/escrito, tantos campos artísticos que lo difícil es que no tenga actualidad profesional, que en su caso siempre es vocacional. De momento, tras la mejoría de la situación sanitaria por aquello de la larga pandemia, a Daniel Tuti Fernández se le acumulan las actividades, por ahora con inmediata prioridad en la música y las artes escénicas como más próximas. Aunque a medio plazo también le ocupan otras a las que líneas abajo hace un somero repaso. Dentro de esa inmediatez, destaca la música que ha compuesto para las representaciones dramáticas de La gota de sangre, obra de Emilia Pardo Bazán cuyo estreno está previsto para el próximo 3 de diciembre en los madrileños Teatros del Canal.
Además con la originalidad de tratarse de un texto de la extraordinaria escritora y feminista adelantada que, por primera vez se adapta a los escenarios, y que con motivo del centenario de su muerte la Comunidad de Madrid ha decidido llevar a cabo esta producción que se estrena en estas salas con los actores Gary Piquer y Roser Pujol como protagonistas Es una versión del prestigioso Ignacio García Mai, y que dirigirá otro de los consagrados nombres de las artes escénicas, Juan Carlos Pérez de la Fuente, que ha sido director del Teatro Español y del Centro Dramático Nacional, con el que el albacetense lleva colaborando más de una década componiendo la música de casi todas sus producciones.
Aparte de estas colaboraciones, la tan larga como triunfal experiencia al respecto de Tuti alcanza cerca del medio centenar de obras, aunque con una novedad que adelanta a La Tribuna. «Me apetece muchísimo abordar esta composición ya que es un estilo que antes no había trabajado a fondo. El thriller psicológico es la base de toda la trama. De hecho, Emilia Pardo Bazán es la primera mujer española que se atreve con este género literario. Las texturas musicales con las que estoy trabajando son la música española de principios de siglo y las influencias de las primeras películas basadas en dicho género».
Y, hablando de películas, para este género, en el que también el músico acumula una amplia serie de colaboraciones, estima que no pueden compararse, ya que son maneras distintas de trabajar. Y amplía su opinión al respecto: «En el cine tienes una imagen A la que poner música que nunca cambia. Por el contrato en el teatro, cuando llevas las composiciones a los ensayos puedes ver como los actores reaccionan a esas músicas y ver qué cosas cambiar para que la escena tome el camino necesario». Tanto en las teatrales como en los films y otras piezas audiovisuales, Tuti siempre ha metido alguna seguidilla manchega, que con La gota de sangre no es posible «porque el relato está ambientado en Madrid».
En esta ocasión, el complicado calendario profesional, que también es vocacional, del artista le va a permitir estar presente en el estreno del día 3, ya que es una de las fechas libres en la gira Mestizo y fronterizo de Pitingo -en la que está al frente y dirigiendo la banda que le acompaña-. Y que tras concluirla, el original cantaor creador del soulflamenco, comenzará otra en Hispanoamérica con canciones de Manuel Alejandro y que Tuti confía pueda verse pronto en nuestro país.
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