El año deportivo en Albacete lo cierra desde hace ya muchos años la San Silvestre, convertida en una tradición para los miles de albacetenses que han hecho de las carreras populares un modo de vida.
Año tras año, la prueba ha ido ganando adeptos y llega un momento que se ha visto tan saturada que hubo que limitar el número de inscripciones, que este año han sido de 4.500, aunque siempre se apunta gente sin dorsal que no quiere perderse una carrera llena de alegría y colorido, ya que la gran mayoría de sus participantes lo hace disfrazado. Tanto es así que en los últimos años se instauraron unos premios a los mejores disfraces para premiar la inspiración e imaginación de los albacetenses.

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