El primer chapuzón

N.G.
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La piscina municipal del Carlos Belmonte abrió sus puertas y los albacetenses se acercaron para darse un baño con el coronavirus muy presente debido a las decenas de normas que hay que cumplir

El primer chapuzón - Foto: Rubén Serrallé

«Tenía ganas de que abrieran las piscinas» era la frase que más se podía escuchar ayer en el complejo del Carlos Belmonte. Las altas temperaturas de los últimos días y las ganas de seguir avanzando en la «nueva normalidad» hicieron que el 1 de julio fuera un día esperado por muchos albacetenses.
La pandemia de la Covid-19 ha cambiado nuestra forma de vida y, ahora, hay que acostumbrarse a realizar todo tipo de actividades cumpliendo una serie de normas. En las piscinas no ha sido menos y, en la apertura, los trabajadores del Instituto Municipal de Deportes (IMD) se encargaban de dar a conocer el protocolo a los bañistas que iban llegando a las instalaciones. Llevar mascarilla en todos los espacios comunes, menos en el entorno propio del vaso de la piscina; guardar la distancia de seguridad; no entrar con el calzado de la calle a la zona de baño, o la no utilización de las fuentes y los vestuarios fueron algunos de los aspectos que los empleados hacían llegar a los ciudadanos.
Asimismo, incidían en que había zonas acotadas para poder dejar las pertenencias mientras se bañaban, espacios desinfectados en el césped y alrededor de las piscinas que los usuarios tienen que mantener durante toda su estancia. Se acabó eso de estar cambiándose de un espacio a otro para buscar la sombra o el sol, cuando los usuarios eligen uno de los lugares libres no pueden moverse.

 

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