Abuela Santa Ana fusiona el folk religioso con el pagano

V.M.
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El último espectáculo de la agrupación, estrenado en la Caseta de los Jardinillos, recupera cantos de labor, romances, rogativas y otras composiciones como 'torrás' o 'pardicas'

Los integrantes del Grupo Abuela Santa interpretan una jota procedente de la serranía albacetense. - Foto: Meraki Photo

La convivencia de aspectos religiosos y paganos, de lo diario y lo festivo, es la nota característica del espectáculo Del campo a la fiesta, que el Grupo Abuela Santa Ana presentaba anoche en la Caseta de los Jardinillos de la capital, donde recopiló el trabajo realizado a la largo de los últimos años.

Desde cantos de labor, vinculados a los ciclos agrarios, rogativas, romances populares y bailes sueltos y en grupo o jeringonzas, la filosofía del nuevo montaje es mostrar cómo pervivían estas manifestaciones de música y danza tradicionales desde finales del siglo XIX y principios del XX.

Tal y como apuntaba su director, Alberto Montesinos, «tratamos de recuperar a base de repetidos trabajos de campo la música, las canciones que se transmiten por vía oral y los bailes más arraigados en esa época, tanto en el ámbito diario, como en determinadas celebraciones festivas, donde se lucían las mejores galas».

El grupo folclórico nació en mayo de 1987 en la pedanía albacetense del mismo nombre con el principal objetivo de recuperar la cultura y tradiciones. Consta actualmente de medio centenar de integrantes, de entre l2 hasta casi 70 años, de los que 14 son cantantes y músicos (guitarra, laúd, acordeón...), que también se dedican a recopilar y reproducir prendas y formas de vestir de nuestra tierra desde finales del siglo XVIII al primer tercio del siglo XX.

Montesinos asegura que algunas de estos bailes están influenciados por las danzas del siglo XVIII, pero todos ellos fueron evolucionando rápidamente durante la centuria posterior, perdurando hasta bien entrado el siglo XX. «La zona donde más se ha conservado esta rica tradición folclórico es la Sierra de Albacete -desvela-, sin embargo en la zona de La Manchuela, debido en parte a la emigración, se ha perdido bastante esas manifestaciones populares, aunque en este espectáculo recuperamos unas torrás de Villa de Ves, donde se aprecia la influencia del folclore levantino».

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