Agricultura quiere que se pague más por la uva esta vendimia. El consejero, Francisco Martínez Arroyo, ve que en Valdepeñas algo ha subido y que en estos momentos el precio que están pagando las bodegas es razonable» y espera que esta tendencia se expanda, pues expone que esta comarca vitivinícola «siempre marca la pauta para el resto de la región y del país».

Y es que Martínez Arroyo reconoce que en el resto de Castilla-la Mancha «los precios son bajos». Por eso apremia a acuerdos entre productores y compradores para que el precio que se pague sea «rentable». Recuerda que por normativa hay que pagar por encima de lo que cuesta producir y que es obligatorio abonar el dinero en treinta días.

El consejero admite que el mercado está complicado por el efecto del coronavirus. Señaló que sobre todo afecta al vino que va a la restauración, que está abierta a medias. En el caso de Castilla-La Mancha, apunta que esto lo notan mucho los graneles que se exportan a Francia o a Italia. En el lado positivo, destaca que esta vendimia almenos ha arrancado con menos volumen almacenado, pues hay dos millones de hectolitros menos que el año pasado.

Martínez Arroyo destacó además la apuesta de este año por la calidad, obligando a que la uva no pueda entrar en bodega superando los nueve grados. Explicó que cuanto más graduación es más fácil elaborar vino, pero cree que esta medida junto con la limitación de rendimiento marcará un «punto de inflexión» en la apuesta por la calidad.