El debate sobre los salarios del alcalde y los concejales regresó ayer al salón de plenos, a cuenta de una moción del grupo municipal de Vox, por el que se solicita una reducción de entre el cinco y el 10% para los cargos públicos, que fue recibida con disparidad de oponiones, e incluso con acusaciones de que se trataba de «una propuesta demagógica», por parte de los portavoces del PP y del PSOE. La moción de Vox, que contó con la oposición de los socios del Equipo de Gobierno (PSOE y AEH) y el apoyo, con matices, de PP y Ciudadanos, se basa, según Raquel Tomás, «en que la cuantía de los sueldos son impropios y desorbitados, atendiendo a la realidad social de Hellín y los hellineros». Por ello solicitó el apoyo de todos los grupos políticos.  En las distintas intervenciones, el concejal de Cs, Mario Arteseros, dijo que el problema «no son los sueldos, que se atienen a la legalidad, sino el ser competente o no para mejorar la calidad de vida de todos los hellineros». María Jesús López, de la Agrupación de Electores, consideró que era perder el tiempo ya que, «en vez de hablar de los sueldos, deberíamos debatir sobre lo que hace cada uno para ganárselo».

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