Unas obras que provocan polémica

J.G.
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Los comerciantes de la calle Rosario se muestran muy críticos con la decisión de cambiar el asfalto de la calle por adoquines, en rebajas

Imágenes de las obras de la calle Rosario. - Foto: José Miguel Esparcia

Los comerciantes de la calle Rosario siguen en pie de guerra. Tras el rechazo de muchos a la peatonalización de la calle, ahora la polémica llega por las obras que se han puesto en marcha para cambiar el asfaltado por adoquines.

Y es que la mayoría de los propietarios y trabajadores de las tiendas de la citada calle no ven con buenos ojos que las obras se hayan puesto en marcha coincidiendo con las rebajas, como explica el empleado de la tienda Paco Martínez, Jesús Montero. «El problema es sobre todo las fechas, porque han venido en el peor momento posible, que es cuando estábamos levantando un poco cabeza, sinceramente es poner un clavo más a nuestro ataúd. Si las obras las hubieran hecho en agosto, que hay menos gente, nos habría venido mejor».

Una reflexión con la que coinciden varios propietarios, como María Martínez, propietaria de Marietta Novias. «En el mes de agosto que está todo paralizado, que está todo el mundo de vacaciones y menos gente en Albacete, habría sido un momento ideal para realizar las obras. Si la gente aún no está acostumbrada a salir de compras y dificultamos el acceso, pues la situación va a ser mucho más negativa».

La dueña de Teñipiel, Antonia López Rodríguez, se mostraba cansada de los numerosos cambios que ha vivido la calle. «Me parece fatal que se hayan empezado las obras, llevamos tres años con obras, si no es por una cosa es por otra. «Yo entiendo que la obra la tenían contratada, pero hay que cambiar las cosas. Nosotros hemos hecho cambios y reformas por la situación, ellos también podían hacerlo para ayudarnos, porque al final vamos a terminar por desaparecer los pocos pequeños comerciantes que quedamos».

Una crítica con la que coincidía Isabel Mascagni Valero, propietaria Mascagni Alta Costura. «Las obras nos parecen fatal. Se escudan en que los presupuestos estaban aprobados antes de la pandemia, pero se olvidan que esto es una situación excepcional, que se han amoldado otros presupuestos a esta situación, como los de cultura o espectáculos y los han quitado del panorama para ayudar al comercio y no hemos recibido ninguna ayuda, ni bonificación fiscal».

Isabel Mascagni recordaba además que «las obras vienen después de tres meses cerradas las tiendas, en las que hemos tenido que pagar facturas, alquileres y proveedores y cuando empezamos a tener actividad nos ponen la obra, que hace que la gente evite la calle».

De hecho varios comerciantes afirmaban que desde el inicio de las obras el pasado miércoles, la afluencia de clientes había bajado.

Obras innecesarias. Pero si prácticamente la totalidad de los comerciantes de la calle coincidían  en que la fecha de puesta en marcha de las obras no era la más adecuada, también había varios que consideraban que la obra en sí no era necesaria.