La velada en honor a las letras no defraudó. Una Pista Municipal rodense repleta escuchó el elogio a la literatura en su más amplio sentido que se hizo en la LXVII Gala Literaria. Una vez que la Corte de Honor 2019 se encontraba en sus sitios privilegiados, tras el desfile con sus acompañantes, se daba paso a la verdadera esencia del acto, hablar de literatura.
El presentador del acto, el periodista rodense Javier Escudero, expuso que las Fiestas Mayores son días de recuerdo de lo que somos y lo que fuimos. Unos días que sitúan a La Roda como un enclave en la rutina de los ciudadanos. Del mismo modo que la localidad está marcado por su enclave topográfico que ha dejado en el municipio un sinfín de muestras culturales. Definió la Gala Literaria como una noche en la que se combina la belleza y la palabra. En este aspecto, hizo referencia al mayor literato que dio la localidad, Tomás Navarro Tomás, y cómo su figura y su promoción han tenido como consecuencia de estas veladas.
Además, cabe recordar, que en la Gala Literaria uno de los protagonistas es la poesía. En primer lugar, ocupó el atril el ganador del Premio Nacional de Poesía Tomás Navarro Tomás, el poeta jienense Salvador García quien dio lectura a su poema Periferias. En el mismo, se habla de la despoblación que se está viviendo en diferentes partes del país. «Esa España que si no hacemos algo serio y pronto quedará siempre en la memoria», apuntó.
Por otra parte, la ganadora del Premio Internacional de Poesía Villa de La Roda, Carmen Felisa Rueda, leyó su poema Barcelona 1939, así como agradeció al Ayuntamiento de La Roda que se convoquen estos certámenes literarios.
A continuación llegó el punto álgido de la velada, escuchar al mantenedor de las Fiestas Mayores 2019. El periodista y escritor conquense Javier Semprún dejó su huella personal en uno de los discursos de la tradicional Gala Literaria que se recordarán a lo largo de la historia por la calidad del mismo. El mantenedor expuso que la figura del mantenedor, históricamente, ha sido el encargado de expresar la voz del jurado, mantener la fiesta literaria. En este aspecto, quiso ahondar en el significado de los dos poemas premiados. De Periferias dijo que inspira melancolía, hablando de balcones sin geranios o despensas vacías, recordando una parte de la historia nacional. «Es el canto a una España que se niega a morir», apuntaba. Semprún invitó a los rodenses a que este poema sirva de acicate para aquellos que se resisten a dejarse llevar por la gran ciudad. Por otra parte, en Barcelona 1939 se plasma el miedo y la representación de las personas que lucharon por sus ideales.
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