El CP Villarrobledo vive una situación complicada. La dimisión de su presidente y junta directiva deja la continuidad de club en el aire, fundamentalmente por la gran deuda que dejan y no han sabido resolver. La sanción económica impuesta por la Seguridad Social por no tener dados de alta a los jugadores en una inspección realizada y que asciende a 204.000 euros, hace que la entidad no pueda recibir ningún tipo de subvención de los diferentes organismos. Ante esa situación la plantilla lleva sin cobrar entre tres y cuatro mensualidades, lo que el domingo fue denunciado por el técnico Jesús Castellanos tras el partido contra el Almagro.

Castellanos comentó ayer a este diario que «la situación es incómoda y con muchas dudas sobre lo que puede pasar. Nosotros vamos a seguir entrenando y los que estemos trataremos de llevarlo a buen puerto. Esperemos que haya gente que nos ayude y veremos estos días como se desarrollan los acontecimientos».

Respecto a la situación de los jugadores y si habrá bajas por los impagos, el técnico dijo que «tienen que darse unos condicionantes que los tres que se han ido cumplían, pero el resto no. Los que quedamos tenemos que dar la cara y tirar para adelante».

El equipo ha ido respondiendo a lo largo de la temporada, como muestra su clasificación, cuarto en la tabla del grupo XVIII. «El presidente se ha querido refugiar en el  oportunismo de tener unos resultados negativos consecutivos para quitarse responsabilidad. Está claro que todo afecta. Si la gente está pensando en otras cosas, en los problemas que tiene por no cobrar, pues es normal que se te escapen puntos. Con todo eso, creo que el equipo está rindiendo a muy buen nivel, pues estamos cuartos, metidos en la pelea por los playoff. No creo que se le pueda poner ningún reproche al vestuario».

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