La Asociación de Jóvenes Empresarios de Albacete cuenta con más de un centenar de asociados y presta servicio a más de 300 empresas de toda la provincia, según desvela Luis García Ruiz, que asumió la presidencia de AJE en julio de 2020.
Tras un año al frente de la Asociación, recientemente renovó su junta directiva, ¿con que objetivo?
Sí, hicimos una renovación que se enmarca también en la filosofía de AJE, en el sentido de dotarla de mayor dinamismo y frescura, aportando nuevas ideas, máxime en la situación actual con todos los cambios que deberán afrontarse.
La delicada situación económica tras la pandemia, ¿supondrá unos retos sin precedentes para empresarios y emprendedores?
Así es, pero yo siempre me refiero a la adaptación al cambio. Ahora parece que centramos todo el contexto en el Covid, en una crisis económica derivada de la pandemia o similar a la de hace 10 años, pero en ese contexto siempre subyace la adaptación al cambio, el principal reto que tenemos por delante, tanto en lo que se refiere a la transformación digital, o en los nuevos empleos que van a surgir, quizás todavía no somos conscientes de los efectos que tendrá la robotización y automatización de procesos en los mercados. Cuando entré a presidir AJE el dinero empresarial estaba a cero por la situación sanitaria y la incertidumbre existente, mientras que a día de hoy la situación es totalmente opuesta, los propios contactos y actividades que se están retomando son un fiel indicador de ello.
¿Aprecia una tendencia al alza en el emprendimiento?
Creo que sí, de hechos muchos estudiantes que acaban estudios de Bachiller e incluso una carrera universitaria y no encuentran el empleo pensado, deben crear un proyecto o encontrar otros estudios que se ajusten a su plan de vida. Pienso que las nuevas generaciones están ya acostumbradas a la inmediatez que vivimos y los jóvenes nacen con ese ADN y se adaptan mejor a los cambios, quizás habría que enseñar a emprender, porque en muchas familias se continúa viendo el emprendimiento como un riesgo e intentan que los hijos descarten esa idea, pero cada vez más esa mentalidad está cambiando.
¿Qué mensaje trasladaría a esos jóvenes emprendedores?
Yo cambiará el verbo emprender por soñar, en ese sentido les animaría a dar el primer paso para intentar cumplir sus sueños, porque habrá dificultades, obstáculos, situaciones en la que habrá que aprender, pero la única forma de aprender es haciendo, es ese concepto de learning by doing, es decir descubrir y conocer a través de la práctica. Una vez dado el paso si se mira con perspectiva hacia atrás se comprueba esa máxima. En ese sentido, les animaría a que se atrevan a hacer, a exponerse, a vencer miedos, en definitiva a preguntarse qué es lo que quieren, además sabiendo que en los próximos años el nuevo empleo será mayoritariamente de freelance.
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