El Museo Municipal de la Cuchillería acogió un acto de reconocimiento a las 34 personas de Albacete y 12 de otras partes que han donado, aproximadamente en el último año y medio, 168 piezas al museo, algunas de ellas ciertamente históricas, únicas y de colección. No solo navajas, cuchillos o tijeras, también documentos, catálogos, útiles del oficio o periódicos, incluso un cartel taurino de 1975, con Antonio Rojas como protagonista, torero ligado también familiarmente a la cuchillería.

El sencillo acto de agradecimiento contó con la presencia del concejal de Cultura y vicealcalde, Vicente Casañ; el director gerente del Museo de la Cuchillería, Antonio Caulín; Pilar Jiménez, presidenta de Aprecu, así como la directora de Conservación, Mariana de Pascual, que detalló el contenido de estas cesiones, a las que se sumo igualmente la exhibición de cuatro piezas recientemente adquiridas.

Antonio Caulín, tras dar la bienvenida a los asistentes y donantes, explicó que «bajo mi punto de vista, este es un acto de altruismo muy elevado, creo que estáis cediendo parte de vuestra memoria individual, para hacer la memoria colectiva de Albacete. Es un acto muy importante esta cesión para hacer la gran parte de la historia de Albacete y eso es algo que honra a todos porque, en definitiva, estáis haciendo historia, para que este museo sea cada día más grande». Además, se ha habilitado un espacio de agradecimiento, con los nombres de todos, que se puede ver en el enlace de la pasarela, donde aparecen esos donantes.

Marina de Pascual, destacó que «aquí mostramos hoy meses de donaciones, incluso hoy se han hecho dos más para catalogar».

En ese contenido hay programas de Feria, carteles, periódicos con anuncios, así como el guión de un sainete, El navajerito, «sobre un cuchillero de cinto, que se representó en Barcelona en 1953». Se han cedido moldes de imprenta, documentos impresos con esos moldes, útiles, cestas, así como cachas de la fábrica de Gómez o una cuchilla de afeitar con el papel protector, con el nombre de Albacete. 

Hay navajas procedentes de diferentes países y regiones, incluso llaveros del Mundial del 82, tal y como se exponían en las tiendas.

También se ha cedido una romana de Madrigueras del XIX y espadas con varios siglos de antigüedad o navajas del XX aniversario de la Escuela de Cuchillería Amós Núñez. Los cuchillos de oficio y tijeras turcas, históricas, completan estas piezas expuestas.

Pilar Jiménez subrayó que «estas donaciones son un orgullo».

Cerro el acto Vicente Casañ, que agradeció la generosidad de los donantes, «que a lo largo de meses y  años habéis hecho de este Museo de la Cuchillería algo mucho mayor. Es emocionante ver que forman parte de este museo más de 4.000 piezas y más de 2.000 han sido fruto de donaciones. Este es un museo vivo, de gente solidaria, que entiende que cualquiera de estas navajas y cuchillos están mejor aquí que en el cajón de sus casas; en la casa de los cuchilleros, de la solidaridad».