Nicolás Gorosito se lesionó en un dedo del pie derecho y fue operado en diciembre esperando una recuperación de un mes que al final se transformó en cuatro. El defensa argentino relató hoy esa lenta y penosa recuperación marcada por los dolores. "Estaba muy mal mentalmente y quería jugar aunque fuera infiltrado, incluso pensé en amputarme el dedo", aseguró durante su comparecencia en la Ciudad Deportiva. Pese a todo asegura estar entrenando "al cien por cien" después de su primera convocatoria para el partido de Pamplona y celebra estar disponible "en el momento más lindo" de la temporada.