En estos días en los que casi todo está cerrando, hay algo que se ha reabierto: el trasvase. Desde el 1 de octubre había estado cerrado por mantenimiento y reparación de averías. De hecho, según el informe técnico que se hace para la Comisión de Explotación del Tajo-Segura, se estimaba en un principio que ese cierre duraría solo hasta mediados de noviembre. Sin embargo, el canal ha estado cerrado durante cinco meses.

Pero en marzo ha reabierto. Desde hace una decena de días el agua pasa de la cabecera del Tajo al acueducto a un ritmo constante de 14 metros cúbicos por segundo. ¿Eso es mucho o es poco? Pues según el aforo del río Tajo a su paso por Mocejón, cerca de Toledo, ayer circulaba 23,75 metros cúbicos por segundo.  

Durante estos cinco meses en los que el canal ha estado cerrado, se han seguido aprobando trasvases mes a mes. Aunque no se podían enviar, quedaban pendientes para mandar y eso es lo que se está haciendo justamente ahora. En octubre se autorizó una derivación de 19,2 hectómetros cúbicos, tanto en noviembre como en diciembre fueron 7,5 hectómetros cúbicos en cada caso y solo para abastecimiento humano, en enero y en febrero se ha vuelto a autorizar trasvases también para regadío, con 16,2 hectómetros cúbicos para cada mes. En total han sido 66,6 hectómetros cúbicos los que se aprobaron para enviar estando el canal cerrado.

Eso hace que la imagen que dan ahora los embalses de cabecera sea engañosa. Aunque en estos momentos acumulan 669 hectómetros cúbicos, hay que descontar esos 66,6 hectómetros que se van a enviar en diferido. Pero aunque sea una imagen engañosa, también demuestra que con cinco meses detrasvase cerrado, la cabecera del Tajo ha incrementado notablemente sus reservas. A 1 de octubre, Entrepeñas y Buendía acumulaban 455 hectómetros cúbicos y estaban al 18% de su capacidad. Con ese cierre temporal los embalses han incrementado sus reservas un 47%. Eso hace que ahora la cabecera del   Tajo esté por encima del 26% de su capacidad.

La Aemet prevé una primavera algo más seca que lo habitual

La predicción estacional de la Agencia Estatal de Meteorología apunta a una primavera más seca en la región en comparación con los valores habituales. Para los meses de marzo, abril y mayo, estima una probabilidad de un 50% de que sea un período más seco que los valores normales para estas fechas, tomando como tal la media de los años comprendidos entre 1981 y 2010.  Da un 30% de probabilidad a que esta primavera sí esté en los parámetros habituales y solo un 20% a que pudiera ser más húmeda.

Castilla-La Mancha comparte esta previsión estacional con la mayor parte de la Península. Solo para la franja cantábrica y Canarias la Aemet pronostica un período en cuanto a precipitaciones en valores medios. Con todo, estas predicciones a tan largo plazo son para coger ‘con pinzas’, pues no tienen tanta fiabilidad como las que se hacen para un plazo de días.

¿Cuáles son los valores medios en el caso de Castilla-La Mancha que presumiblemente no se alcanzarán? Pues en marzo está entre los 23 litros por metro cuadrado en Guadalajara a los 34, 5 en Cuenca. En abril van de los 39,3 en Toledo a los 57,5 de Cuenca y en mayo de los 40,6 de Ciudad Real a los 52,7 de Guadalajara.

En cuanto a las temperaturas, la predicción estacional de la Aemet apunta que la primavera será más cálida que lo habitual, con un 55% de probabilidad.