El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, firmará el próximo lunes, 1 de abril, el decreto de convocatoria de las elecciones autonómicas, previstas para el 26 de mayo.

Con esta rúbrica se pone fin a la IX legislatura, la primera en la que se ha gobernado sin mayoría absoluta en la región, y se abre la puerta a lo que todo parece indicar que será un gran ‘tetris’ parlamentario, con la más que probable irrupción de Ciudadanos en la Cámara autonómica y, también, con la posible  entrada de VOX  con al menos un diputado, previsiblemente por la circunscripción de Toledo.

Y todo ello en un Parlamento de tan solo 33 diputados. El más reducido del país tras la modificación de la normativa electoral llevada a cabo por el Gobierno de Cospedal en la pasada legislatura, y la paralización de la iniciativa de PSOE y Podemos para reformar El estatuto autonómico en esta, que tenía como fin aumentar el ‘cupo’ de escaños en las Cortes autonómicas. La crisis presupuestaria de 2017, cuando la formación ‘morada’ votó en contra de las cuentas regionales previamente negociadas con el PSOE, cerró la posibilidad de avanzar con éxito en este sentido.

No obstante, aunque no cambia la ley, sí cambia el reparto de escaños por provincias a causa de ella. El nuevo parlamento castellano-manchego, que se constituirá en torno al 21 de junio, tendrá un diputado regional más por Albacete, hasta un total de 7, y uno menos por la provincia de Ciudad Real, que se queda con otros 7. Toledo mantendrá sus 9 escaños y Cuenca y Guadalajara los 5 de los que disponen a día de hoy.

La convocatoria de elecciones también marca el fin de las inauguraciones de última hora en la Junta de Comunidades. Si bien este año todo está siendo particularmente atípico, ya que la cita electoral nacional del 28 de abril ha paralizado de golpe el ‘corte de cintas’ en todo el país.

Con todo, y aunque la precampaña electoral lleve meses en marcha, la campaña como tal no arrancará hasta el día 10 de mayo, con la tradicional pegada de carteles.