El CHUA duplica las vacunas a grupos de riesgo desde 2015

T.R
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Desde 1994 que está en marcha la consulta vinculada al Servicio de Medicina Preventiva la cifra de pacientes atendidos creció paulatinamente, así como las indicaciones de inmunización

Un enfermero administra una vacuna a un paciente en la consulta de Preventiva del CHUA. - Foto: José Miguel Esparcia

El Complejo Hospitalario Universitario de Albacete cuenta desde el año 1994 con una consulta monográfica de vacunación de grupos de riesgo, vinculada al Servicio de Medicina Preventiva, que desde su creación y con la incorporación de nuevos tratamientos no ha dejado de crecer. Sólo en lo que llevamos de año las consultas atendidas por los dos facultativos especialistas de área y tres enfermeras, que junto a varios residentes, trabajan en este dispositivo, se elevan a 1.476, siendo las dosis administradas de los distintos sueros de 2.314.

Aunque inicialmente este recurso se creó para atender las necesidades de prevención de enfermedades a pacientes a los que se les había extirpado el bazo, con fallo renal, portadores de hepatitis B y recién nacidos de madres portadoras, con el fin de reforzar o iniciar su vacunación, con el paso de los años y la incorporación de nuevos tratamientos, el crecimiento ha sido vertiginoso, como también las indicaciones a un mayor número de enfermos. 

El doctor Jesús García Guerrero, especialista en Medicina Preventiva del Área Integrada de Albacete, explicó que en la actualidad este programa de vacunación se aplica a un abanico de pacientes afectados de diferentes patologías, y en particular las ligadas al uso de los llamados tratamientos biológicos o inmunomoduladores, como es el caso de los pacientes con enfermedades reumatológicas (artritis reumatoide, espondilitis anquilosante), los que han recibido un trasplante de órganos o de médula ósea, enfermedades neurológicas (como la esclerosis múltiple)o dermatológicas (psoriasis), dolencias inflamatorias intestinales (tales como la colitis ulcerosa o crohn), antecedentes de neumonías o meningitis, pacientes con VIH, fístulas de líquido encefaloraquídeo o con implante coclear, entre otros. Tanto es así que desde el 2015 al 2018 se ha pasado de 1.711 primeras consultas y sucesivas a 2.177 del pasado año. 

También las dosis de sueros administradas a los pacientes de estos grupos de riesgo ha pasado en cinco años de 1.711 del 2015 a 3.161 del 2018; en 2016 se pusieron 2.322 y 2.740 en 2017.

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