La actual directora provincial del Instituto de la Mujer, Mercedes Márquez, antes de optar a este puesto ha pasado por la Agrupación Local del Partido Socialista, por el Ayuntamiento de la capital, en donde fue concejal de Juventud con Manuel Pérez Castell como alcalde, y por la Diputación. Con independencia de lo que pase en mayo, su intención, no obstante, es volver con el nuevo curso a dar clases de danza en el Conservatorio de la Junta, en donde tiene su plaza.  Atrás dejará cuatro años trabajando en  el que, según sus palabras, es el referente de la igualdad para Castilla-La Mancha, el Instituto de la Mujer.

¿Cómo llega a la política la actual directora provincial del Instituto de la Mujer ?

Mercedes Márquez se apunta a Juventudes Socialistas con su prima Cristina a los 16 años en la antigua sede de la Casa del Pueblo, y sin que nadie lo supiera. No obstante, no será hasta años después cuando tomo parte activa de Juventudes Socialista como secretaria general en la Agrupación Local de Albacete para pasar luego a tomar parte tanto de la ejecutiva provincial como de la regional. Mis últimos años en Juventudes Socialistas fueron como presidenta de la Comisión de Garantías de la Federal. No obstante, en un momento dado, ya con 26 años, me llama Manuel Pérez Castell,  que optaba a su reelección como alcalde, y directamente me pregunta si quiero  estar en las listas para el Ayuntamiento de la capital.

Siempre lo cuento con muchísimo cariño. Me llamó un domingo y me había acostado tarde porque había salido la noche de antes y de repente sonó el teléfono y era él. Hubo elecciones y una vez Pilar se va de diputada nacional, es cuando entro en el equipo de Gobierno y como concejal de Juventud. He sido concejal durante cuatro años.      

¿Hay mucha diferencia entre ser concejal y directora provincial del Instituto de la Mujer?

El municipalismo es una gran escuela y de hecho debo de agradecer a Manuel Pérez Castell todo lo que aprendí y pude aprender con él en términos de cercanía, de estar con la gente o  de saber escuchar. Una vez se acaba la legislatura me ofrecieron  seguir y colocarme en la lista en mejores  puestos, pero llegó ese momento en que tengo que decidir  entre mi vida política y mi vida profesional y digo que no a la primera. Soy profesora de danza, una profesión a la que amo y admiro, que me encanta y de la que estoy totalmente enamorada. En aquel entonces  estaba en el Conservatorio de la Diputación, como profesora interina, y dar el siguiente paso conllevaba opositar, y oposité. Saqué las oposiciones en el 2011 como profesora de danza en el profesional de la Junta.  

No obstante, me volvieron a ofrecer estar en las listas del Ayuntamiento y después este puesto.

¿No obstante, el paso como concejal le ha servido después, o no?

Aunque no tiene nada que ver cómo  funciona un ayuntamiento, una corporación local con el monstruo que es la Junta, en donde, para hacer un programa tienes que pasar por numerosos procedimientos antes de llevarlo a cabo, el haber trabajado en el Ayuntamiento y en la Diputación, en donde también estuve durante unos ciertos períodos de tiempo, se puede decir que sí, que me ha servido para saber a qué puertas tenía que llamar o a qué contactos tenía que recurrir si observamos una discriminación o un uso sexista del lenguaje. 

 Además, cuando hablamos de juventud o de mujer estamos hablando de dos colectivos  que hay que potenciar, que hay que ayudar, aunque sea de diferentes formas, y de hecho desde el Instituto de la Mujer se trabaja y mucho con gente joven. Sea desde los propios centros de la mujer o  a través  de otras entidades hemos trabajado dando charlas de igualdad, de prevención de la violencia de género o de otras cuestiones, como es el papel que deben de jugar el papá o la mamá en el hogar desde el punto de vista de la corresponsabilidad y o de cómo se conciben las relaciones sexuales, hoy por hoy. 

 ¿Por lo que se ve, la infancia, entonces, es la base sobre la que empezar a trabajar en materias como la igualdad?

La igualdad hay que empezar a trabajarla desde la infancia. Luego ya en lo que es la adolescencia tocará hablar de relaciones afectivas y sexuales entendidas como unas relaciones saludables, de igual a igual, no como unas relaciones  basadas en la humillación, en el maltrato o en las conocidas como las ‘manadas’.

No obstante, ¿hay mucha diferencia en igualdad entre el mundo rural y el urbano?

Por supuesto que existen diferencias y muchas. Si sólo por el hecho de ser mujer tenemos contratos más precarios o más paro, si vives, además, en el medio rural, esta discriminación, va a ir a más. Lo mismo que va a ir a más si igualmente estamos hablando de mujeres que sufren algún tipo de discriminación, son inmigrantes o directamente tienen dificultades con el idioma. Hay una brecha entre las mujeres y los hombres y, por lo tanto, las políticas tienen que ser activas para favorecer que estemos en situación de igualdad.

Teniendo en cuenta estos puntos de partida, ¿desde el Instituto de la Mujer, dónde se hace más hincapié?

 Castilla-La Mancha es la única comunidad en la que la viceconsejera y directora del Instituto de la Mujer está dentro del consejo de Gobierno y esto lo que nos va a permitir es hacer políticas transversales y que temas, como el de la igualdad,  no sean  una competencia exclusiva del Instituto. 

Esto nos ha permitido conseguir muchas cosas y en todas las consejerías. Así, por ejemplo, en la de Agricultura, en el ámbito rural, vía el  Estatuto de la Mujer Rural, el desarrollo de distintos programas y de otras subvenciones, hemos conseguido que sean muchas las mujeres jóvenes que se hayan incorporado a la agricultura o a la ganadería, o que se tenga en cuenta,  por citar otro supuesto, la paridad dentro de los consejos de dirección de las  cooperativas o de otras asociaciones vinculadas con el mundo rural. 

Se puede decir que igualdad es uno de los pilares del Instituto,  ¿y los otros?

El Instituto de la Mujer es el referente en materia de la igualdad en la región. Igualdad se puede decir que es nuestro pilar fundamental. El otro es erradicar en todas sus manifestaciones la mayor de las desigualdades y que no es otra que la violencia de género. Y a este respecto debo recordar que gracias al apoyo de todos los grupos políticos con presencia en las Cortes regionales hemos sacado una Ley que, además, ha sido muy participativa . Recuerdo que ese día en la tribuna de atrás estaba junto al resto de directoras provinciales del Instituto de la Mujer, y que cuando esa Ley fue aprobada todos los parlamentarios se levantaron, se dieron la vuelta y nos aplaudieron. Hemos hecho también el II plan estratégico de igualdad, así como  diferentes protocolos, pero, no obstante, se nos van a quedar sobre la mesa, porque no hay tiempo material para ello, otras leyes, que no pueden ser una chapuza de última hora sino que, al igual que la de la violencia de género, tienen que ser consensuadas y participativas.

Por lo que se ve, quedan muchas cosas en el tintero por expresarlo de alguna manera. En el 2015 nos encontramos un Instituto de la Mujer gravemente debilitado y prácticamente evocado a su desaparición. En estos cuatros años lo que hemos hecho ha sido intentar reforzar y revitalizar tanto el Instituto de la Mujer, como los centros de la mujer o los recursos de acogida. 

El viernes es 8 de marzo. ¿Cómo se va a conmemorar desde el Instituto de la Mujer de Albacete el Día Internacional de la Mujer?

Este año el lema elegido para conmemorar el  8-M es, ‘En Castilla-La Mancha. Por todas’. Ese por todas, es por todas las víctimas de violencia de género, por todas esas criaturas que igualmente la sufren y también  por todas y por todos, en general, porque al final lo que está claro es que necesitamos de todos para avanzar en igualdad. 

El acto institucional va a ser el día 7 y en Guadalajara, lo que no quita para este viernes, no obstante, por otra parte, se haya inaugurado  en la Casa Perona  una exposición y este  lunes se vaya a presentar el cuento libro Siempre florece en primavera del escritor albacentense, Iván García Ortiz .

El 8-M todas  las actividades que se habían programado desde los centros de la mujer se pararán, no habrá ninguna. Vamos a hacer huelga el día 8. Sólo habrá manifestaciones y concentraciones. Es un día para reivindicar igualdad y para mostrar al mundo que si las mujeres se paran,  el mundo se para. Ya lo demostramos el año pasado y lo haremos este año. En Castilla-La Mancha lo que no vamos a permitir es que los profesionales y las profesionales que trabajan por la violencia de género, sufran una caza de brujas como la que se está intentando llevar a cabo en otros lugares.

Lo que acaba de mencionar está relacionado con Andalucía y con Vox. ¿Cómo ve el panorama político en Castilla-La Mancha? ¿Mercedes Márquez piensa continuar en la política, o no?

Emilio Sáez me ha ofrecido estar en la lista municipal y he dicho que no, he renunciado a ello.  Esto no quita para que, por supuesto, esté a disposición del partido. Siempre lo estaré, siempre seguiré trabajando para este partido, como lo llevo haciendo, por otra parte, desde los 16 años.

Entonces, ¿volvería a la danza, a dar clases?

Claro que sí. Tengo mi plaza, soy funcionaria en el Conservatorio Profesional de Danza José Antonio Ruiz, dependiente de la Junta.

¿Mercedes Márquez tiene alguna impronta a la hora de trabajar, o no?

El ser directora provincial del Instituto de la Mujer es un trabajo muy duro, que necesita también una constancia.  Aquí, no obstante, no hay horas, aquí no hay fines de semana, no hay familia,  no hay vida social y siempre vives, sea de día o de noche, con el temor de que te llamen.  Todos los centros de la región manchega trabajan al unísono, y esto también se nota.