Editorial

La demografía marcará el mercado laboral de la provincia

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Es hora de sentar las bases del futuro económico de la provincia

El mercado laboral en la provincia de Albacete se pondrá patas arriba en las próximas décadas y la razón principal será la evolución demográfica. Los jóvenes comenzarán a escasear y los baby boomers -verdaderos sostenedores del sistema de pensiones- se jubilarán. Estas circunstancias hacen que el relevo generacional en determinadas profesiones esté en serio peligro.

Desde hace unos años, las organizaciones profesionales agrarias vienen alertando sobre la escasez de mano de obra en el campo, carestía que es suplida por los trabajadores extranjeros -de Europa del Este y subsaharianos, principalmente-. Desde hace unos meses, los empresarios del transporte de mercancías también hicieron público la falta de conductores profesionales jóvenes, cuando las jubilaciones se multiplican. Pero ahora los sectores en pleno cambio tecnológico son los que tienen serias dificultades para encontrar titulados que desarrollen el trabajo con garantías plenas.

Las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) prevén que en las próximas décadas la curva demográfica tenga un estrechamiento extremo en edades hasta los 34 años, lo que hace tambalear a la población en conjunto. Además, la productividad también se tambalea con la permanencia de los trabajadores mayores en las actividades, porque el crecimiento económico disminuye y el desarrollo de la sociedad se ralentiza.

Con este panorama y con los proyectos industriales y empresariales que tiene por delante Albacete, se hace necesario que la recuperación económica comience por una política activa de natalidad, porque de lo contrario no habrá un número suficiente de trabajadores para que el tejido productivo se potencie en una ciudad y una provincia eminentemente emprendedora gracias a su ubicación estratégica.

Las instituciones públicas, desde los ayuntamientos hasta el Gobierno central, pasando por la Diputación Provincial y la Junta de Comunidades, tienen el deber de llevar a cabo políticas activas de fomento de la natalidad.Bien es verdad que determinados consistorios de la denominada España Vaciada ya se concienciaron de este fenómeno y ayudan a las familias que se deciden a tener un niño. Pero ese aumento de nacimientos no sólo son necesarios ya para el mantenimiento del sistema de pensiones, sino también son fundamentales para la prosperidad económica. Sin mano de obra, y sin mano de obra cualificada, la economía será insostenible y España estará en manos del mercado laboral globalizado, donde el talento cada vez se cotiza más, porque es un bien escaso.

Es hora de sentar las bases del futuro económico de la provincia y las ayudas a la recuperación de la UE no pueden suponer la única solución.