«Trabajo el verso blanco, con métrica y sin rima»

A.D
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El Ateneo Albacetense acoge hoy, a las 12,30 horas, la presentación de Aromas de Otoño, de Marín Aranda (José Luis López Jiménez), que estará acompañado por María Antonia Sanabria, Tomás Mancebo y Basilio Rodríguez. El autor y pintor comentó a La Tri

Marín Aranda. - Foto: José Miguel Esparcia

De nuevo nos visita con otro poemario.

Así es, presenté en el Ateneo Albacetense El Patio Amarillo y regreso con Aromas de Otoño en un recital.

Hablaré un poco del libro y me acompañará María Antonia Sanabria en ese recital.

Aromas de Otoño es Premio Internacional de Poesía. 

Es un premio que convocan las editoriales, en el que participa Sial, y resultó premiado. Posteriormente, en la Feria del Libro de Madrid, también me dieron un premio al mejor libro ilustrado de poesía.

Son 21 ilustraciones hechas por mí, igual que portada y contraportada, en esta ocasión todas en color, guiadas por algún verlo. Escogí de los poemas un verso e hice la imagen plástica. 

¿En esta ocasión, primero fue  el poema, el verso, y después la pintura?

Efectivamente, la pintura está inspirada en el verso. 

¿El estilo de Aromas de Otoño es el mismo?

El estilo es el mismo, cuando le llamamos clásico, no es exactamente así. Mis versos tienen de clásico que se ajustan a una métrica, ritmo y cadencia, pero hay mucho verso libre.

Yo, por costumbre, trabajo el verso blanco, con métrica y sin rima, que es el que me gusta, me sale, con algunos poemas en asonante. Mi poesía es directa, sensible, de palabras sencillas, que llegan. Es el día a día de todas las personas, convertido en verso, con un toque de romanticismo, soy un gran soñador.

¿Cómo está estructurado?

El libro está dividido en tres partes. La primera es una historia de amor, contada en verso, con unos 15 poemas que van correlativos. Luego hablo de la mujer y el sentido en la vida de todos nosotros, y termino hablando de la naturaleza, como punto neurálgico en el que estamos todos inmersos, con una gran preocupación. 

También entendiendo que la naturaleza es muy brava y te pongo un ejemplo, el fuego es muy bonito en una chimenea, en invierno,  leyendo un libro, pero terrorífico en el monte.  

(Más información en la edición impresa)