"El autismo soporta un gran desconocimiento social"

Ana Martínez
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En la Semana de Concienciación del Autismo, la gerente de Desarrollo afirma que las familias que llegan a la asociación "viene con cierto nivel de angustia ante el futuro incierto de su hijo"

Yolanda Monteagudo, gerente de Desarrollo. - Foto: José Miguel Esparcia

Con el lema Puedo aprender, puedo trabajar, la asociación Desarrollo de Albacete comienza mañana la conmemoración de la Semana de Concienciación del Autismo. Yolanda Monteagudo Piqueras es la gerente de la asociación Desarrollo, puesto que ocupa desde julio de 2013, después de estudiar Económicas y un máster sobre Recursos Humanos. Tras ocupar diferentes empleos y una vez que fue madre, regresó a Albacete para dedicarse a la orientación laboral, aunque en su interior permanecía esa inquietud por consagrar su vida laboral al ámbito de lo social, al tercer sector. Gracias a una oferta de empleo, Yolanda Monteagudo fue seleccionada para la gerencia de Desarrollo, una asociación de familias empeñada en mejorar la vida de las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA).

¿Contenta con la experiencia?

Muy contenta, porque era lo que siempre había querido. Poder encajar mi formación académica con lo social, con el tercer sector, era una ideal que siempre había tenido y encontré esta oportunidad en la asociación Desarrollo de Albacete. 

¿Conocía el Trastorno del Espectro Autista?

Tenía alguna referencia, pero en cuanto entré en Desarrollo me di cuenta de lo que desconocido que era para mí. Es una discapacidad muy compleja que soporta un gran desconocimiento social y yo formé parte de él. Tuve una compañera con una hija con autismo y con trastorno generalizado del desarrollo, pero nunca llegué a interactuar con ella. Fue muy impactante cuando empecé a conocerlos, porque enseguida sufrí un enganche. Y es que es cierto que el autismo engancha. Ese mismo año se organizaron unas jornadas de sensibilización. Era la primera vez que escuchaba a especialistas y expertos sobre el autismo. Fue una fuente de aprendizaje enorme y me di cuenta que a esas jornadas deberían ir aquellas familias que no tienen TEA en su casa. Creo que la sociedad, en su conjunto, debería saber mucho más sobre el autismo, porque cada vez está más entre nosotros. Deberíamos impregnarnos y tratar de saber y conocer. Salí de las jornadas con la convicción de que tenemos que llegar a más gente y difundir su mensaje.

¿Qué descubre del Trastorno del Espectro Autista?

Descubrí una forma diferente de procesar, que no por ello es mejor ni peor que la tuya, solo es diferente y hay que incluirla. Una persona TEA revoluciona una casa, una forma de vivir, un proyecto..., las familias se ponen en una carga de fondo alucinante, nunca pueden perder el ritmo. El TEA puede llegar a romper familias, a que no asuman el diagnóstico, es un jarro de agua fría, porque tienes ante sí a una persona con una forma de procesar diferente, una forma de funcionamiento cerebral distinta que, además, tiene el reto de tener que adaptarse al funcionamiento ordinario, al que los demás creemos normalizado, con todas las barreras que eso supone.

Todavía queda mucho por recorrer respecto a la inclusión de las personas con TEA, todavía queda incomprensión, prejuicios y desconocimiento, a pesar del ingente trabajo de sensibilización que llevan años realizando asociaciones como Desarrollo. ¿Por qué está costado tanto que la sociedad entienda el TEA?

Falta muchísima formación, conocimiento e información. En muchos casos, el TEA es una discapacidad invisible, hay personas que no tienen rasgos físicos que las distinga. Es curioso que podamos aceptar la diversidad cultural, entender que la diversidad de la fauna y flora enriquece y, sin embargo, no somos capaces de normalizar la neurodiversidad. Recientemente, en Valencia, expulsaron a un chaval con autismo del transporte urbano. Después de que su familia ha estado trabajando durante mucho tiempo para que ganara en autonomía y que lograra coger el autobús solo, el muchacho empezó a emitir sonidos y hacer movimientos, lo que se conoce como estereotipias. A un compañero de viaje le resultaron molestos, el conductor llamó a la Policía Local y lo expulsaron del autobús. Nadie se paró a pensar si al chico le podía pasar algo, si simplemente era su forma de manifestar que estaba contento por viajar solo. Lo más fácil fue expulsarlo porque molestaba. Imagínate si queda camino por andar en la formación e información. Por eso trato de inculcarle mucho a mis hijas la riqueza de la diferencia y creo que es también una labor personal de cada uno, es importante que en nuestras  

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